Muchos días tengo unas ganas locas ¡De gritar!
Al ver a tantos seres humanos tirados por las aceras.
A los que claman buscando el voto, haciendo caso omiso
de las carencias de los otros.
Muchos días tengo unas ganas locas ¡De gritar!
Al ver a tantos seres humanos tirados por las aceras.
A los que claman buscando el voto, haciendo caso omiso
de las carencias de los otros.
Aquí estoy…
aquí a tu lado, mientras intentas dormir
oyendo las Ondas solitarias de la noche, mientras trabajas, intentando
adelantar ese trabajo pendiente, me oyes, sé que me oyes, cuando callan las horas
y cuando no hay nadie a tu alrededor voy a rescatarte con mi voz, para que sueñes al compás de la música y la palabra.
Mis palabras esta noche van dirigidas a vosotros mis amigos, amigos que me
visitáis en mi blog y que tal vez, ni nos conocemos, pero que yo os siento.
Ya estamos en Navidad, unos días en los que las familias se reúnen, llegan
los familiares al redil, días de regalos, de abrazos, de buenos deseos, donde
los hogares y las calles se adornan con luces de colores, donde en las mesas se
apiñan los manjares, el champan y el turrón alegrando con ellos las dulces
veladas.
En estos días, también hay otros seres humanos que están solos, que están
enfermos en hospitales, muchos médicos que no pueden comer con sus familiares
porque tienen que cuidarles.
Aquellos que están separados y no pueden cenar con sus hijos, los que no
tienen familia y deambulan de un lado para otro sin cobijo, los presos entre
rejas que son inocentes, o los culpables. Los que perdieron a sus seres
queridos, a todos los que van a la deriva en pateras y se dejan la vida
ondeando en mares furiosos diariamente y en Noche Buena.
Y a tantos otros, que por no tener no tienen, ni quien pueda darles un
abrazo. Quiero deciros en esta pequeña reflexión, que todos somos hermanos, que
podemos ser amigos. Y a todos vosotros que aunque no os conozca, se que estáis
ahí.
Quiero que sepáis que hay en el Mundo muchas,
muchas, personas con buenos sentimientos que se acuerdan
no solo en estas fechas tan entrañables, sino siempre, de las desdichas y las
penurias de los demás.
En todos los seres humanos del Mundo existe la alegría y también la
pena, en todos los corazones el dolor a veces anida.
La felicidad es efímera como la vida misma, unas gotas de ella
a veces nos emborrachan, cuando no la tenemos ni la
sentimos, parecemos fantasmas errantes que deambulamos de un lado
para otro, para buscarla.
Por eso, en estas fechas, y en otras similares hay que sacar las
fuerzas en los infortunios, que tenemos que avivar la Fe, hacernos amigos del
enemigo, dar agradecimiento y calor a las fuerzas que se nos abren, a una mano
tendida que te aprieta, a una sonrisa que te alienta, y aquella estrella fugaz
que te alumbra, aunque solo sea un instante.
Hay que cultivar esa semilla divina con la que Dios, siembra y que florece
en todos los corazones generosos, para luego llevarle los frutos de Su cosecha
el día que nos llame para irnos para siempre, hacia su Cielo.
Que la luz nos ilumine, estas Navidades y eternamente.
¡Paz a los hombres de buena voluntad!
Encarna Recio Blanco.
¡Silencio…silencio…silencio!
Que calle el Mundo un momento.
Que está a punto de nacer un niño...
¡Que ya está naciendo!
La estrella guía a los Magos, oro,
incienso
Y mirra, en el zurrón.
Aún sabiendo que le espera el martirio
de una Cruz.
En bandadas los Ángeles entre
estrellas y luceros
Se afanan para adorar ¡Al Rey de los
Cielos!
Los pastores se apiñan con zambombas y
tambores.
En los nudosos rediles, las ovejitas
se esconden
Detrás del frío portal beben nieve, y
piensan que comen.
La luna derrama pureza por
el sendero
Y la tierra en un instante, de Paz
está floreciendo.
Desde mis ventanas veía mil lucecitas
Y eran las estrellas que estaban
loquitas.
Muy contenta gritaba: ¡Ha nacido Dios!
Hosanna en las alturas, el Niño nos
llegó
Que cante el mundo entero, un
villancico de amor.
Y al niño Jesús le traigo mis poesías
en un cesto.
¡Paz en la tierra a los hombres!
Dios ha nacido en belén en esta
dichosa noche.
Tiene por nombre.
¡Paz a los hombres de buena voluntad!
Encarna
Recio Blanco.
Cual alma en pena me siento
A la
vera de tu cama
Oyendo
tu respiración
Quiero
entrar en tu mente
Y
estrujarla.
Ajeno duermes sin verme
Mientras
te velo…
Me
acompaña la Aurora
Sin que me llegue el sueño.
Encarna
Recio Blanco.
El
amor es la vida, y la vida es amor
Engendra la locura y abre paso al delirio
Purgatorio
de goces y cielo de martirio
Su dolor es tan fuerte, que su dicha es dolor.
Con puñales y flores hace ramos dorados...
Es
el mayor pecado de todos los pecados
La virtud más grande de todas las virtudes.
Es
camino de rosas, y es camino de cieno
Es
un rayo de luna besando un corazón.
El
amor es la flecha que nos causa la muerte
Y tiene el privilegio, de la Resurrección.
Encarna Recio Blanco.