Aquí estoy…
aquí a tu lado, mientras intentas dormir
oyendo las Ondas solitarias de la noche, mientras trabajas, intentando
adelantar ese trabajo pendiente, me oyes, sé que me oyes, cuando callan las horas
y cuando no hay nadie a tu alrededor voy a rescatarte con mi voz, para que sueñes al compás de la música y la palabra.
Llego
puntual a la cita cada noche para transmitirte calma, para llenarte de
esperanzas y de ilusiones, hacerte recordar los buenos momentos de tu vida, y para
alejarte los problemas diarios del trabajo, de la familia o de la hipoteca.
No me
conoces, pero cada noche estoy a tu
lado, para que desaparezcan los desiertos de tu mente, podrá huir la luna y acabarse las noches en
vela, podrás dormir sin sueño y soñar
despierto pero nunca dejaré de acompañarte.
En otros
momentos o en otras épocas, ya sabías de mí, me oías cuando aún no conocías ni mi
nombre, ni mi espacio, y me diste el mensaje más urgente de mi vida, a veces pienso que andar sin el apoyo de mis
oyentes es tan imposible, que no puedo imaginarlo.
Sé que nos
esperan momentos difíciles, instantes en los creeremos no ver más el sol, capítulos de nuestras vidas que se quedarán en
blanco como las buenas almas y sé, que te
ayudaré a ser tú mismo, para caminar hacia tus metas simplemente con mi
compañía.
Sé que
encontrarás un hueco cada noche para venir a nuestra cita, y que mis poemas llegarán a tu corazón más
lejos.... que mi voz.
Encarna Recio Blanco.
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