viernes, 15 de enero de 2010

¡Padre Nuestro!




¡Padre Nuestro!

Que estás en los Cielos

Y entre los escombros

Sembrados de muertos.

Cuando tiembla la tierra.

Cuando llega el dolor.

Cuando el pan y el agua

Nos falte ¡Ayúdanos!

Cuando miremos al Cielo

Buscando respuestas

Y la fe se esfume entre

Las tristezas.

Que oigan lo que Tú clamaste

En el monte de la Cruz.

¡Padre mío….Padre mío!

¿Por qué me has abandonado?

Que estás en los Cielos

¡Escúchanos!

Que la pena es llanto.

Y que el llanto es dolor.

 ¡Escúchanos!



Encarna Recio Blanco.




Padre Nuestro.




La tierra tembló con toda su fuerza
dando sacudidas con mucha violencia.
El entorno aciago se vistió de luto.
el Cielo nublado cual negro sepulcro.

Entre los escombros quedaron los cuerpos.
Unos sollozando los otros muriendo.
El dolor clamaba por el universo
en ésa tierra de Dios, apareció el infierno.

¡ Cuánto dolor cuanta pena
entre los negros cimientos!
Con gritos de ayuda con llantos y miedos,
todo derruido, todo por los suelos.

Puerto Príncipe…Tu reino está desolado
en un caos absoluto lleno de muerte y de llanto,
por este terrible drama
que a todos nos vistió de luto.

¿Qué puedo deciros en estos momentos
en los que quiero consolaros, aunque esté tan lejos?
Os diré, que estoy con todos vosotros
en la esencia pura de mis sentimientos.

Pido con todas mis fuerzas al mundo entero
que corran en vuestra ayuda
para paliar en lo posible,
este gran desastre, este desconcierto.

Les pido a todos una oración a Dios
para que remedie tantas penas y tantos duelos.
Estoy segura que Dios…
 pondrá sus manos para que salgáis
de ese terrible infierno.

Encarna Recio Blanco.






miércoles, 13 de enero de 2010

Sin tinta se queda mi pluma.



Sin tinta se queda mi pluma
se ríe de pronto el papel,
ya mis manos ya se agarrotan
y el tiempo no quiere correr.

El Cielo veo sin una estrella.
La luna cambió su rubor.
La brisa se duerme en recodos
sin luz y sin Sol.

El Mundo sigue dando vueltas
y los demonios acechan,
llevan asidas las armas
y muy negras sus banderas.

Busco motivos, razones
que me hagan despertar,
pero mi abulia se mece
sin ganas de batallar.

Y sigo en mi madriguera
sin centinela a la puerta,
pidiendo a Dios que destruya
los grilletes de mis piernas.

Si llegara este mensaje
a algún náufrago como yo...
le pido que me rescate
y me ayude en la misión.

Encarna Recio Blanco.

martes, 12 de enero de 2010

Mucha adrenalina.




Mucha adrenalina...
me sube y me baja.
Muchas golondrinas
junto a mi almohada.

Mucha mala leche
en las calles veo…
las cambio por buenas
si puedo.

Muchas injusticias,
pocos justicieros…
Con togas mohosas
llenas de remiendos.

Corren los farsantes
con las carteras repletas.
Las victimas se quedan
varadas en las aceras.

Corre el tiempo
y nadie se da cuenta
 que hay que hacer balance
cada cual de sus riquezas.

Encarna Recio Blanco

Días de nieve y sal...


Días de nieve y sal

De frío intenso…

El mundo está helado

Por fuera y por dentro.

Hoy no sale el sol

Está constipado…

Pero los fantasmas se asoman

Aunque estén helados.

 El mundo está por fuera blanco

Y  por dentro negro.

Aterido de tanta injusticia

Y tantos siniestros.

El Cielo peina a los campos

Con un blanco manto…

Pero la tempestad arruina

A los seres humanos.

Sobre la nieve se oye llorar

A la noche

Porque un mendigo ha muerto

Aterido…

Entre unos cartones.

 

Encarna Recio Blanco.





sábado, 9 de enero de 2010

Hoy han sentenciado a muerte.

Hoy...
Han sentenciado a muerte a mi corazón.
Pido cadena perpetua para el ladrón
y que nunca lo saquen de la prisión.
Sentencio a su alma al país eterno.

Que vague cansada
por entre los muertos.
Donde no haya luz sólo las tinieblas
con la cruz a cuestas por sus miserias.

En los pies y en las  manos que le pongan grilletes.
En la negra celda un cirio  candente,
donde en el silencio haga confesión
por tanto martirio como me causó.

Hoy le regalo todos mis temores
para que en las noches  grite mi nombre,
y cuando comprenda por lo que he pasado...
que pida perdón a Dios

Yo lo he perdonado.


Encarna Recio Blanco.