viernes, 15 de enero de 2010

Padre Nuestro.




La tierra tembló con toda su fuerza
dando sacudidas con mucha violencia.
El entorno aciago se vistió de luto.
el Cielo nublado cual negro sepulcro.

Entre los escombros quedaron los cuerpos.
Unos sollozando los otros muriendo.
El dolor clamaba por el universo
en ésa tierra de Dios, apareció el infierno.

¡ Cuánto dolor cuanta pena
entre los negros cimientos!
Con gritos de ayuda con llantos y miedos,
todo derruido, todo por los suelos.

Puerto Príncipe…Tu reino está desolado
en un caos absoluto lleno de muerte y de llanto,
por este terrible drama
que a todos nos vistió de luto.

¿Qué puedo deciros en estos momentos
en los que quiero consolaros, aunque esté tan lejos?
Os diré, que estoy con todos vosotros
en la esencia pura de mis sentimientos.

Pido con todas mis fuerzas al mundo entero
que corran en vuestra ayuda
para paliar en lo posible,
este gran desastre, este desconcierto.

Les pido a todos una oración a Dios
para que remedie tantas penas y tantos duelos.
Estoy segura que Dios…
 pondrá sus manos para que salgáis
de ese terrible infierno.

Encarna Recio Blanco.






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