martes, 19 de diciembre de 2023

Esperanzas...

 


Esperanzas

En esta noche en las que ya las luces de neón se alborotan y los villancicos se oyen por todas partes, es el tiempo de las llegadas, es el tiempo de las esperas, es el tiempo de las personas que estén lejos lleguen, de abrazarnos, de estar en la mesa con todos, de oírnos de besarnos.

Amigos, los escaparates ya no saben que vender, y todas las luces están encendidas, son unos días en los que esperamos al azar, a la suerte y sobre todo a la Esperanza, ¿por qué no venís a visitarnos ahora? no es primavera azar, pero como si lo fuera.

Siempre estas entre nosotros, el azar al que yo me refiero al material porque en muchos hogares te necesitan y te necesitan mas que a tu perfume porque hay que comprar el pan nuestro de cada día, también amada suerte tu visita sería bien recibida en estos días, pero como mujer coqueta,  eres independiente, deambulas de un lado para otro, y pícaramente te vas a donde te da la gana, porque la suerte y la lotería es así, amigos.

 Y donde caéis las sonrisas afloran, aunque la mejor lotería es la esperanza, la salud estar con los nuestros y sobre todo la Esperanza que en muchos casos hay quien no tiene  esperanzas y es la cosa más hermosa del Universo, porque sin ti, casi nada tiene valor.

Quiero tenerte como amiga, porque en los peores momentos de mi vida   pienso, que si no tengo nada, y te tengo a ti, lo tengo todo. Queridos amigos, que tengáis siempre en vuestra vida ¡Esperanzas!

 

Encarna Recio Blanco.



lunes, 18 de diciembre de 2023

Estamos a las puertas de la Navidad.Reflexiones


 Estamos a las puertas de la Navidad. Una Navidad que se presenta  felices para algunos, tristes para otros, y amargos, para todos aquellos que no pueden soportar las duras ausencias de sus seres queridos, que se fueron para siempre. Indiferentes para aquellos, que no tienen creencias en nada, y a veces, ni en ellos mismos.

 Por eso, hoy quiero mandar este manifiesto al mundo entero,  para que detengan cuanto antes la barbarie, de estas guerras sangrientas.

 El mundo tiene que verlo, de la misma manera que yo lo veo, pero las masas callan como borregos, no oigo voces a lo lejos, ni a lo cerca, ni a los que   gobiernan este mundo, no respiran las Naciones Unida, la ONU, esos que dicen ser los defensores de los derechos humanos, y que deben de actuar en todas partes del mundo.

 Tanto en los estados que están divididos por conflictos armados, internos, o estables, en los no democráticos, y en los que en el ejercicio de la democracia, está firmemente asentado ¿Dónde está Unicef? todos están en silencio, solo se oyen las bombas, allá a lo lejos.

 Se me parte el alma, al ver llorar a tantos niños, imbuidos en esas contiendas tan cruentas sin cobijo,  sin familia, entre metrallas, entre el frío, la nieve y el hambre, muriendo cada día.

 En sus caritas el  miedo hace estragos, en sus carnes, las heridas están sangrando, y de sus ojitos los ríos de lágrimas se están desbordando.

 ¡Ángeles tan pequeñitos, si alas, desplomándose! ¡Dios mío!

 De un lado para otro van, como fardos de paja, como mercancías baratas, como si a nadie importara el dolor de esos seres humanos, que han tenido la mala suerte, de nacer en una tierra de nadie, bajo el mando y la fuerza de unos  salvajes.

 Se me rompen las venas al ver que la gente se afana en preparar  el árbol, el Nacimiento, los  regalos de los  Reyes Magos y las cenas, para la noche, de Noche Buena.

 Al ver tal genocidio, se me desgarra el corazón, no me a cabe en la cabeza, que los  hombres de este suelo, permanezcan indiferentes ante tanto dolor.

 Sola, no puedo hacer nada, solo escribir y  escribir, para denunciando el horror y el desamor, para pedir que se eleven las voces y podamos entre todos, parar esta barbarie para siempre,  en toda la faz de esta Tierra.

 

¡La Paz está  herida de muerte!

   

Encarna Recio Blanco.



sábado, 16 de diciembre de 2023

Cada día me digo...


Cada día me digo, que tengo que ser mejor persona, pero salgo a la calle y vuelvo rota.

 He de aprender a susurrar lo mismo que a gritar, de saber que el bien, está unido al mal, y tener la suficiente paciencia para soportarlo.

 He de imaginar los sueños a sabiendas que algunos, se pierden por mi mente, por el Mundo, por los recovecos del destino que de vez en cuando, hace de las suyas.

He de aprender a dar las gracias por cada minuto que el Dios de mi biblia me enseñó, y que me permite estar un día más, en esta tierra.

Reconozco que hay conflictos bélicos, desazones, enfermedades y miles de contiendas, pero también están las flores en primavera, el mar, el Cielo azul y sobre todo el amor…el amor, que es la única bandera que puede ganar todas las batallas.

Ya no quiero volver a bajar las velas, pensando en aquello que haré,  imaginando los sueños que cumpliré, o rozando la idea loca de los bohemios.

Ya no quiero dejar de ser yo, para agradar a los demás, enseñando  aquellos, que se niegan a comprender.

 En esta noche, únicamente quiero vivir, vivir  y soñar, por mucho, o por poco tiempo, que ya es bastante.

  

Encarna Recio Blanco.



domingo, 10 de diciembre de 2023

Haces un lío con mi cuerpo...

 


Haces un lío con mi cuerpo

Que nadie puede entender

Lo mismo se queda helado

Que se vuelve a encender.

 Galopa en soledad

Clama sin llorar

Canta sin música

Y grita sin cesar.

Pienso que se ha vuelto loco

Porque no es normal

¿O se está muriendo?

¿O se ha muerto ya?

 Lo mismo está asustado

Como un pajarillo

Que otras cual león

Se pone enfurecido.

¡Ay!

¡Qué lío haces con mi cuerpo!

 

Encarna Recio Blanco



viernes, 8 de diciembre de 2023

Fijo cual clavo...


 Fijo cual clavo fijo cual clavo

Te tengo en mi mente

No te vayas tras la niebla

Que tengo el sol entre mis dedos.

 El hambre se me abre

Cuando noto tu aliento

A dentelladas  me imbuyo

Dentro de tu cuerpo.

 Quiero en el yantar

Hartarme de tus besos

Jadear hasta el alba

En nuestro mar revuelto.

Mi codicia no tiene remedio

Labriego en tu campo

Con el arado

De mis deseos.

No te vayas con la niebla

Que tengo el sol entre mis dedos

Para que juntos ardamos

En nuestro Universo. 

 

Encarna Recio Banco.


jueves, 7 de diciembre de 2023

Cuando por la calle voy...


Cuando por la calle voy dispuesta y peripuesta, mucha gente me mira curiosa, otra tal vez, con la envidia  en la pestaña al verme sonriendo y mirando descarada sin importarme lo que digan o piensen.

 Y aunque por dentro vaya llorando o conteniendo mis dolores, a los que nunca hago caso…sonrío.

 El otro día, dos mujeres cuchicheaban y  pasando junto a mi lado las oí decir ¿Cuántos años tendrá esa tía?

  Me contuve como pude y en vez de contestarlas les regale la mejor de mis sonrisas. Hoy hago  mías las palabras del gran Saramago que decía...

 ¿Qué cuántos años tengo? ¡Qué importa eso! ¡Tengo la edad que quiero y siento! La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.

 Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido... pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

 ¡Qué importa cuántos años tengo! ¡No quiero pensar en ello! Pues unos dicen que ya soy vieja otros "que estoy en el apogeo". Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro me dicte.

Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer yerros viejos, rectificar caminos y atesorar éxitos.

Ahora no tienen por qué decir: ¡Estás muy joven, no lo lograrás!... ¡Estás muy vieja, ya no podrás!

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños, se empiezan a acariciar con los dedos, las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras... es un remanso de paz, como el atardecer en una playa.

 ¿Qué cuántos años tengo? No necesito marcarlos con un número, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas... ¡Valen mucho más que eso!

 ¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más! Pues lo que importa: ¡es la edad que siento!

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

 ¿Qué cuántos años tengo? ¡Eso! ¿A quién le importa? ¡Tengo los años necesarios para perder ya el miedo y hacer lo que quiero y siento!

 Qué importa cuántos años tengo. O cuántos espero, si con los años que tengo,

 ¡¡Aprendí a querer lo necesario y a tomar, sólo lo bueno!!!

¡Pues eso!!!

Seguiré por mi camino sin complejos, poniéndome collares, lentejuelas, pintándome los labios, tintándome el pelo, me haré mayor…pero nunca,  nunca seré una vieja.

¡Nunca!

Encarna Recio Blanco.