El alma tengo aterida
Mi corazón con dolor
Las manos llenas de
heridas
De escribir tanto al
amor.
Bulle la calle y estoy sola
Nadie me dice ni
adiós
Un perro que se ha
perdido
Me sigue sin
condición.
Las campanas de la iglesia
Tienen un sonido
extraño
Y las viejas con
mantillas
En el duelo van
llorando.
Ya las luces de neón
Empiezan a saludarme
Y por los Cielos la
brisa
Me dice que se hace
tarde.
Yo me río descarada
Y sigo en mí
deambular
¡Se me hizo tarde
parir!
Lo demás… ¿Qué
importa ya?
Encarna Recio Blanco.