Estaba
tan agobiado…
Anda y
que se dé un respiro
Lejos
de mi cuerpo y de mis gemidos.
Entonces,
encerré mis sentimientos
En una
jaula dorada…
Con dos
candados de hierro
Para
que no se escaparan.
A mis
lágrimas las dejé
En la
pila bautismal…
Y al
día siguiente un bautizo
Les dio
la libertad.
A mis pasiones
las enterré
En cima
de una montaña
Intentaba
apagarlas…
Pero
seguían con llamas.
A mi
presente le puse
Un
reloj que no contara
Porque
iba tan aprisa…
Que mis
años volaban.
A mi
alma la pinté
De
nácar y escarcha…
Porque
estaba enlutada
De tantas
batallas.
A mi
futuro le dije
Que un
regalo merecía…
Ya
veremos lo que me trae
En la
incógnita metida.
A la
esperanza atrapé
Y la
dije quietecita…!
No te
muevas de mi lado
Porque
sin ti, estoy perdida.
Encarna
Recio Blanco.