Ellas van…Critican…y Rezan.
Apresúrate... Maria que ya tocan AL rosario.
Hoy lo reza
el padre Antonio y ayer estaba tan guapo.
No te olvides, María Antonia de meter a los canarios:
Si
repite el temporal, al volver, estarán ahogados.
Con sus decentes toquillas, las cuatro van al rosario.
Sus
cabezas protegidas con tul de encajes bordados.
Al entrar en la parroquia, se santiguan con recato,
Fingen
gran recogimiento, pero miran con descaro.
Al salir, en la explanada, se quedan cuchicheando.
Vamos a casa de Aurora es
pronto para acostarnos.
Detrás de aquél ventanal las cuatro fiscalizando.
¡Mira, mira! ¡Qué
descaro! ¿Pues no que se van besando?
¡Dónde vamos a llegar!!! ¡Ay! ¡Qué sobo la está dando!
¡Mira por donde la
toca! ¡Cállate y mira Rosario!
Ahora pasa la fulana. Vaya un lujo que ha sacado;
Porque tiene veinte
años presume demasiado.
Pues nosotras fuimos honradas. Siempre todo lo guardamos.
¿A mí besarme? ¡Jesús! Perdóname por pensarlo.
Honradas hasta la muerte, dicen a coro las cuatro.
Al menos que quede
alguien…esas no tienen recato.
Vámonos a descansar que la noche va llegando…
Y si nos ven salir
tarde... Pueden muy bien criticarnos.
Cuando a solas en sus cuartos ven sus cuerpos destrozados
Desentumecen y sacan las
ansias que están guardando.
¡Para qué Señor pusiste estos pechos que están flácidos!
¡Para qué!
Si nadie quiso tocarlos.
Nuestros ojos ya sin brillo, caras y cuellos surcados.
Bocas seca y sin brío y estas piernas que son palos.
Las cuatro, azotan su honra con deseos inhumanos.
Sueñan miles de
caricias… Que a ellas nunca les llegaron.
Encarna
Recio Blanco.