Vendo un suspiro quebrado
Que se ahoga en mi garganta
Y una lagrima que se desliza
Asustada por mi cara.
Un pañuelo blanco de seda
Que me regaló un truhán
Con el que limpié su alma
Negra de tanto agraviar.
Un anillos de pedida
Con el que me iba a casar
Y resultó que aquel sinvergüenza
Me dio plantón ante el altar.
Vendo unos libros mohosos
De amores y fantasías…
Porque ya tengo bastante
Con las mías.
También vendo un ramillete
De flores que están marchitas
Porque al verlas me parece
Que la vejez tengo encima.
Vendo poemas caducos
Una pluma ya sin tinta
Y la corona de espina que llevo
De mi cabeza prendida.
Una maleta sin fondo
Un tarro de purpurina
Y unos tacones torcidos
Que tantas durezas me hacían.
Vendo un collar de amatista
Los pendientes de una tía
Y una pulsera de perlas
Que me regaló una enemiga.
Mañana sacaré otro lote
Del diván de las desdichas
Muy rebajados de precio
Para ver si
puedo irme…
¡Al paraíso de las delicias!
Encarna Recio Blanco.
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