Entre mis manos acaricio tu piel
Saboreando
tus delicias y emociones
Eres
la sutil luz que me alumbras
En
todas mis situaciones.
Ensimismada y rendida me tienes
En
este lecho de verde hierba
Olvidando
mis angustias y temores
En
las trasnochadas horas.
Y me olvido de esa pobre gente
Que
quizás no te conozcan
Ni
saben de tus prodigios
Ni
los tesoros que donas.
Que
a la cita siempre llegas
En
el infinito instante
De
mis penas y zozobras.
Cada
día me embeleso
Llegando
hasta las alturas
Más
grandes del Universo.
Somos como dos amantes
Enamorados
hasta los huesos
Que
en la oscuridad se vuelven
Luciérnagas
resplandeciendo.
Hoy dicen por ahí, que es tu fiesta
Para
mí siempre floreces
Cuando
te tengo a mi lado
Gozando
de tus placeres.
He
brindado con champán
Para
que siempre estés a mi lado
Enriqueciéndome
mucho más.
Encarna
Recio Blanco.
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