sábado, 11 de octubre de 2014

Tus manos…para Virginia Valle Sale.


Tus manos dibujaron en mi boca las sonrisas

Y el rictus de dolor entre las sombras huía.

 Blancas como dos palomas tus manos se afanaban

En la sutil tarea de regalarme luz donde oscuridad tenía.

Abeja laboriosa, ruiseñor al acecho

Con tu voz me calmaste mis temores y miedos.

 

El destino es travieso juguetea con nosotros

Sin fronteras nos abre ventanas y puertas.

¡Cómo darte las gracias Virginia!

Si me faltan las  letras para poder hilvanar

La gratitud que me llena.

Pues te diré que sigas abriéndote el corazón

Y que tus manos no cesen de calmar siempre…

¡El dolor!


 Encarna Recio Blanco.






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