Antes
cuando escribía, las palabras me salían
A
borbotones del alma. De repente se secaron
Mi voz
con aquellas ganas y mis folios quedaron
Como los peces sin agua.
Se fueron de vacaciones las musas que me inspiraban
Los
versos más amorosos y también las madrugadas.
Así es
que solté mi pluma, y la guarde en un cajón
Y desde
aquella ventana veía salir el sol
Esperando
a que volvieran las musas a mi balcón.
¿No entendía su tardanza se habían ido sin mi?
Muy
dolida y enfadada salí corriendo de allí
Mi
pluma en aquella caja, los folios sin estrenar,
La
tinta ya se secaba y yo, sin querer
mirar.
Un día mientras dormía, un canto me despertó
Me
levanté de la cama de un salto, y el corazón
Me
latía tan deprisa, que no escuché la canción
Y vi en
cima de la mesa unos folios sin abrir
Mi pluma estaba ya fuera, llena de tinta la vi
Y sin
más explicaciones, de nuevo pude escribir
Porque
la fuerza del alma cuando la inspire el sentir
También
son amigos míos las ganas…
¡Que tengamos de vivir!
Encarna
Recio Blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario