Si pudiera girar el eje del mundo
¡Ay! si
pudiera a parcar mis recuerdos
Si
pudiera correr por el llano
Sin
llevar en mis labios tus besos.
Lo fuiste todo en mi vida
Mi amor
y mis ganas…
Y a
pesar de ello he perdido
Todas
las batallas.
Como una gaviota sin alas me voy
Surcando
los Cielos en busca de Paz
Y en
todos mis versos te prendo mi alma
Por si
alguna vez, la quieres buscar.
Encarna
Recio Blanco.
Esta noche quiero llenar
el Cielo que vestido está de estrellas
Con todas mis esperanzas
que es lo mejor de mi tierra.
Con la esperanza anhelamos
que las guerras se detengan
Para que el mundo
respire paz, amor y buenas nuevas.
Con esperanzas deseamos encontrar el gran amor
Aunque venga acompañado a
veces, con un inmenso dolor
Con la esperanza soñamos
en un mañana venturosos
Donde poder expandir nuestros
dones y tesoros.
Abrazar al ser querido cuando la distancia fría
Y el tiempo nos lo tenían prohibido.
Con la esperanza pensamos que el dolor no sea cobijo
De todos los que
queremos y de nuestros enemigos.
Con la esperanza tejemos sin agujas y sin hilos
El encaje más preciado de
las madres con sus hijos.
El Cielo me mira y calla
sabe bien lo que le pido…
¡Lástima que muchos me lean,
y no entiendan lo que digo!
Encarna Recio Blanco.
Cojo la
pluma de mala gana
Mi mente
me dice que está constipada
Que le deje tranquila
por una semana.
Un suspiro tras de otro una mirada perdida
Detrás
de los cristales el aire silba.
Tañidos de campanas me hacen despertar
Pero
sigo en las nubes que es donde mejor se está.
Cojo la pluma y miro al Cielo, mis musas salen corriendo
Mas alquitrán…el
papel yermo.
Mi cabeza cae sobre el sillón, no siento que siento
Cierro
mis ojos y veo… que estoy escribiendo.
Encarna Recio Blanco.
Está la tierra enfadada
Se
rasga, se bambolea, tiembla
Sin
avisar se presenta
Sólo se
nota su azada fiera.
Llega con lava de fuego
Con
crudeza, con violencia
Abriendo
mil sepultura
Con capa y espada negra.
¿A qué se debe su enfado?
¿Porqué su fiereza?
Miro al Cielo que callado
Hoy no
me da la respuesta.
Encarna
Recio Blanco.
Pasaste de largo
Con ella del brazo,
Como un perro dócil
Detrás de un bocado.
Sin una sonrisa
Prendida en tu cara,
Sólo la tristeza
Era tu compaña.
La tarde moría
Y yo me quedaba
Sentada en el banco
Por la senda caminaba
Con la mirada perdida
Con las flores en sus
manos
Y su alma, en
agonías.
Llevaba la cruz acuesta
Por su partida…
Y los recuerdos se
agolpaban
En su mente que
gemía.
Se fue sin pedir permiso
Una noche oscura y
fría
Y le Dejó su sonrisas
Prendida entre la
espina.
Por la senda caminaba
Con el peso de su
ausencia
Con besos que se
perdieron
Entre la escarcha y
la niebla.
Aquellos cipreses se debatían
Al ver la pena de
amor
De aquel hombre que
en las flores
Su corazón envolvía.
Encarna
Recio Blanco.
