Un
deseo inconfesable
Se
acurruca en nuestras bocas,
Ardiendo
en la pasión
El
hambre nos devora.
Se abren nuestros puertos
Como
el arado abre la tierra.
Juntos…muy
juntos faenamos
Cual
labriegos en las sementeras.
Abandonados en el barbecho
La
luna extasiada… nos vela.
Encarna Recio Blanco