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martes, 29 de mayo de 2012

¿Reír...o llorar?




Que desastre que tenemos
en nuestra España “Cañí “
ni toros, ni castañuelas,
ni un paso doble, para reír.

Ahora se habla de rescates
de indignados por doquier
aeropuertos sin aviones
y las cuentas sin salir.

De la crisis que tenemos
por delante y por detrás
de los jóvenes quejosos
que no pueden trabajar.

De políticos nefastos
con abultadas pensiones
que sonríen descarados
sin que nadie los cuestione.

Del pobre que está en el paro
del que le quitan la casa
y del pobre pensionista
con la pensión congelada.

Del que tiene que mangar
leche en un supermercado
si no quiere que su hijo
se le muera desmayado.

Ahora se habla de penas
de verdaderos desastres
de bancos en bancarrota
que salvan los gerifaltes.

¿No es de recibo señores
que estando tan arruinados
un alcalde va y derrocha
 cincuenta mil eurazos?

A un  disc-hockey por pinchar
le paga diez mil  más iva
y la cabeza pensante
va y se muere de la risa.

¿Donde está la comisión
que regule estos gastazos?
¿donde las leyes que penen
a éstos trepas desalmados?
  
¡ Que desastre que tenemos
en nuestra España cañí!
¿Soluciones?
No las sé…
¿Me lo puede usted decir?


Encarna Recio Blanco
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viernes, 2 de marzo de 2012

Mariano...



Mariano… tráeme la copa
que me voy a emborrachar
he visto el telediario
y me entraron ganas de llorar.

Ya pasan de seis millones
de los que están en el paro,
sólo les queda en su casa
un mal trago.

Bebe con migo Mariano…
Que se nos vaya el mal fario
y dame las castañuelas
para cantarte un fandango.

Al presidente le digo:
Que se vaya a hacer puñetas.
Al obispo a cantar un réquiem.
Y al juez que busque una cuerda.

A los jóvenes que troten
buscando sus derechos…
y a los ancianos que griten
por sus míseros sueldos.

¿No les da vergüenza
de echar a los humildes
de sus casas?
¿De hipotecas basuras
y de canalladas?

De subir los impuestos
cada quince días.
Ellos se suben los sueldos 
descaradamente, cada día.

Mariano echa otra copa
que ya me encuentro mejor...
Parece que me ha tocado
el Euro millón.


Encarna Recio Blanco
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