Como un volcán dormido de mentira
Parezco al parecer tan descansada.
Un ocio agotador que así me enciende,
Brotan de mi costado las palabras.
Sudo tinta y tengo sed, sed tengo.
Mucha sed de manos enlazadas.
Por la punta del monte de mis senos
Por la punta del lápiz va la lava.
Va balada a tus pies, o bien protesta,
En una piedra al sol, arrodillada,
Y la pasión del hombre se me representa.
Veo celdas con rejas, hospitales sin camas.
Sabios con atómicas, analfabetos con ayuda
De cámara. Viudas con marido, casos sin casas.
Niños crueles, perras apedreadas.
La traición de un amigo, la destrucción de un alma.
¡No puedo más! Me levanto y dicen:
-Ahí va la poeta, la loca, la que nunca hace nada.
G .Fuertes
Encarna Recio Blanco.