Aquí estoy, borracha entre poesías
Que voy a pilando de la noche al día.
Sin el maquillaje profano, desnuda,
Como una hoja que el viento va dejando
De esquina, en esquina.
Que el alba sonriente siempre me traía.
Tragándome las lágrimas y bebiéndome
El acíbar copa, a copa, sin importarme
La noche, ni el día.
Sin esperar que los sueños me acunen
Ni que el tiempo esté paralizado y sin eco
Entre los muros de una soledad
Que me muere.
Aquí creo estar, pero no estoy esperándote
Aunque te sigo amando, con locura,
Con la piel hecha jirones de color púrpura,
Con el alma desmayada por tu silencio...
¡Que es mi sepultura!
Encarna Recio Blanco.