En el desierto
de Atacama
la esperanza ya se
hizo realidad.
Treinta y tres vidas
humanas
han vuelto de
su oscuridad.
Encomiable fue el
esfuerzo
de muchos hombres
valientes
que expusieron sus
vidas
para evitarles su
muerte.
Para sacarles de
aquel agujero negro
donde sólo
habitaban las sombras
con la esperanza
perdida y
de noche, a todas
horas.
Para que volvieran a
ver
la luz del día…
para encontrarse con
los brazos
de sus familias
queridas.
Trabajaban en
precarias condiciones
para ganar el pan
nuestro de cada día,
con indolentes
patrones que sólo buscaban
llenar sus cajones.
Trabajaban como en el
siglo dieciocho
con palas y
mazos mohosos.
Les rescataron con
artilugios
del siglo veintiuno !Qué
gozo!
Gracias a la
cápsula fénix
A Matt Stafeard por
su gran ingenio.
Al presidente de
Chile que ha estado
codo con codo.
A todos los pueblos
del Mundo
por su apoyo.
Por ayudar a esta
gesta.
Por mandarles la
energía.
Por la oración
milagrosa a Dios
que todos hacían.
Desde la tierra del
azahar
a todos mando un
abrazo
para los que faenaron
arriba
y para los que
volvieron a la vida.
Encarna
Recio Blanco