Que
dejen de repicar
Que no
me puedo dormir
Y no
puedo descansar.
Cuento
las dos y las tres.
Y las
campanas no paran
En su
loco proceder.
Un pitillo entre las manos
Contemplando
las estrellas
Que locas
hacen un círculo
En
mitad de la plazuela.
Para
que nadie la vea
Y yo me
quiero quitar
Este
dolor de cabeza.
Cuento las cuatro y la cinco
Ya la
basura se llevan
Unos
zagales cantando
Alegres
cual castañuelas.
Mañana le digo al cura
Que
rompa el reloj de la Iglesia.
O que
le quite las pilas.
O que
las mande a la sierra.
Porque no puedo dormir.
Porque
escribir no me dejan.
Y
porque ya mi cabeza parece…
Que
tiene dentro la guerra.
Encarna
Recio Blanco.