No he visto a nadie esta tarde
Que fuera sonriendo.
Ni con las manos cogidas.
Ni con los ojos abiertos.
He visto caras sombrías
Con prisas corriendo
En esa veloz carrera,
Que llega a los infiernos.
Con las mentes ocupadas
Tal vez, sólo del dinero
Del poder y de avaricias,
Con los sueños por el suelo.
No he visto al amor…
Por ninguna parte.
Ni en los jóvenes,
NI en los viejos.
A nadie que se diera un beso
Apasionado,
O que viviera su ensueño.
Dejo el parque solitario
Me voy a casa corriendo…
Allí me esperaban mis musas
que me dicen: vimos al amor…
Pero iba corriendo.
Encarna Recio Blanco.