Me has
mandado un beso esta mañana
Cuando
te asomabas por tus ventanas.
Bien
sabes cuanta sed hay en mi alma
Para
coronar la cima, de nuestras esperanzas.
Tú sabes bien de mis noches esperando
Que el reloj me avise con sus sonoras
campanadas
Para poderme ir, volando hacia tu casa.
Cuando no puedan verme las lenguas afiladas,
Entrar por tus portales para ser el hombre más
feliz
De
todos los mortales.
Nuestro amor, truncado por el destino,
Nos jugó
a los dos una mala pasada.
Nos encontramos
del corazón al alma, muy tarde,
Cuando
nuestras vidas estaban ocupadas.
Me has mandado un beso esta mañana
Y mi
corazón saltó tras la montaña
Para
posarse en tus labios
Y
calmar la sed de mi alma.
Encarna
Recio Blanco