Hoy no
quiero besarte ni en la boca, ni en los labios.
Ni que
me tomes la mano, ni cabalgar por tu llano.
No quiero sentir amor, porque no te lo mereces.
Me has
tenido media vida con candados y grilletes.
Siempre esperando lo mismo entre idas y venidas…
Siempre
ocultando en la noche, nuestras citas clandestinas.
De no dormir ni comer, ni caminar siendo libre
De
mirar siempre el reloj que parado, te maldice.
Ya me cansé de esperarte, de noche y de madrugada.
De tus
mentiras piadosas tramadas con tu almohada.
Sigue pues por tu camino... cual vagabundo.
Fuiste
cobarde…con tu amor, y con el mío.
Encarna Recio Blanco.