Hombre con
nombre de Reyes
Que portas en tu
corazón con gallardía
La nobleza, el amor y
la alegría.
Que expandes con
ligerezas, cual
Los trinos de mil gorriones
Y el canto sublime de
la primavera.
El canto de mil
sirenas
La placidez de los
mares
Y el resplandor de una
estrella.
Llegas con tu voz pausada
A traspasar las
fronteras
A calmar a los que están
heridos
Tras las duras
contiendas.
Las melodías de tu garganta
Se escapan traviesas
Para alegrar a todos
aquellos
Que el amor no encuentra.
Regalas la libertad al que preso
Y entre rejas…
Está pagando un error
Con una dura condena.
Tu voz abre los corazones
Resucita al decaído…
Y a los que no son
poetas inspiras
Como a mí… en este
día.
¡Adalid de la alegría!
¡Qué quieres que yo
te diga!
Encarna Recio Blanco
Me hace especialmente feliz sentirme protagonista durante un breve momento de este espacio dedicado a las palabras, los sentimientos y la belleza del alma. Gracias Encarna.
ResponderEliminarPrecioso, Encarna! Toto
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