Tengo una soledad tan acompañada
Que
no deja de hablarme y de decirme
Lo
que no quieren oír mi corazón
Ni mi alma.
¡No
para y sigue contándome batallas!
¡Que
ya tenía olvidadas!
Fusiles
y escopetas las tengo encerradas
En
arcones negros y lacradas.
No quiero que siga a mi lado
Y
la digo que se vaya con otra
Que
esté más sola
Pero
sigue a mi lado sentada.
Las
dos y las tres…
Miro
de reojo por ver si se ha marchado
Pero
sigue a mi lado, habla que te habla.
Metiéndome
la espina, en vez de sacarla.
Encarna
Recio Blanco.
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