El aire silba quejoso.
El
sol brilla con desgana.
El
cielo se viste de negro luto.
La tormenta está cercana.
El entorno enmarañado
De ocasos y de alarmas.
El
paro y el hambre pululan
Por
los pueblos de España.
Gobernantes en atriles
Vociferan
ordenanzas,
Incumpliendo
los preceptos
De
la verdadera democracia.
¡A los políticos el pueblo
No
les importa…
Absolutamente nada.
Manipulan
a las masas
Como
si fueran ovejas mansas.
Sólo quieren el poder.
Partida
en dos, está España,
Entre
parados que esperan
Una
limosna profana.
El pueblo está confinado
Acobardado
en sus casas
Mascarillas
en las bocas
y neveras agotadas.
Cientos de mayores perecieron
En
residencias malditas…
Solos
y desprotegidos se fueron
Sin
tener a su lado
A
sus seres más queridos.
Médicos y enfermeras veloces
Luchaban
con la impotencia.
Dando
su vida como héroes
En
la terrible pandemia.
Se oyen gritos en las calles.
Banderas
enarboladas.
Policías
y bomberos
Derribando
las pancartas.
La paz esta herida de muerte
En el Mundo…
Y en nuestra querida España.
Quiera Dios poner sus Santas manos
En
esta pandemia…
Y
en todo lo que nos pasa.
Encarna
Recio Blanco.
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