La actitud positiva en nuestra vida, es esa coraza invisible que todo ser humano ostenta, pero que no todos, saben cómo utilizar.
Cuantas
veces tropezamos en el camino de la vida con la misma piedra amigos, muchas, lo
que pasa es que hasta en eso, hay que y tener una actitud positiva.
El que va
distraído por una calle cualquiera, tropieza con la piedra y sigue
su camino sin pararse a pensar, en el pequeño tropezón.
El
violento, pasa y ve la piedra, la utiliza de arma, para seguir luchando con
ella y con todo aquel que le salga al paso, como hizo David matando a Goliat
con la piedra en la honda, lo cual significa en este caso, la victoria del
pequeño, frente al grande, del desvalido frente al poderoso.
Por el
camino del emprendedor, también aparece la piedra, la mira, como si de una joya
se tratara, se para ante ella y dice sonriente, la puedo dar uso, vamos a
construir con ella, una casa, un jardín, un colegio.
El
campesino cansado al verla, suspira de gozo y se sienta en ella, como si fuera
el mejor de los tronos.
Miguel
Ángel con la piedra hizo con ella, las más preciosas esculturas.
En todos
los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en la actitud del hombre
para con ella.
Pues
recordar que no hay piedras en vuestro camino que no podáis aprovechar para
vuestro crecimiento personal, el anhelo de poder decidir nuestra suerte, con
nuestra propia fuerzas y con los elementos, que nos salen por los caminos.
No sé, de
donde saqué esta reflexión, si la leí o me la inventé, pero me gustó tanto, que
quise compartirlo con todos vosotros.
Encarna
Recio Blanco.
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