Hablaron de mujeres y
traiciones
Se fueron consumiendo las botellas.
Pidieron que cantara mis canciones
Y yo canté unas dos, en contra de ellas.
Más de pronto, se acercaba un caballero.
Su pelo ya pintaba algunas canas
Me dijo; le suplico compañero que no hable
En mi presencia de las damas.
Le dije que nosotros simplemente
Hablamos de lo mal que nos pagaron,
Que si alguien opinaba diferente,
Seria porque jamás lo traicionaron.
Me dijo, yo soy uno de los seres
Que más ha soportado los fracasos,
Y siempre me dejaron las mujeres llorando
Y con el alma hecha pedazos.
Más nunca les reprocho mis heridas.
Se tiene que sufrir cuando se ama.
Las horas más hermosas de mi vida
Las he pasado al lado de una dama.
V. Fernández
Encarna Recio Blanco.
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