Voy
en busca y captura
De
una musa rebelde y traicionera,
Que
entró de madrugada sin permiso,
En mis pobres seseras.
Se armó, la marimorena con mis neuronas
Hizo
que el sueño escapara de mis ojos
A
mi mente, la alborotó de tal manera,
Que
tuve que ponerme a lidiar, con las letras.
Pero de pronto se fue de mi lado,
Con
muy malas maneras,
Diciéndome que aquello que trazaba
Ella no me lo dictaba y que no tenía sentido
Ni
ametria, lo que escribía.
Me quedé pasmada en mi sillón de anea
Mirando
al horizonte con reservas,
Por
si daba la vuelta y volvía,
A
ayudarme a terminar la faena.
Y por aquí voy…
Como una loca por estas callejuelas,
Sin
encontrarla, en mitad de la noche
Que me gruñe, entre gatos en celos,
Y
entre fieras en alerta.
Encarna Recio Blanco.
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