Cada
día tatúo mi cuerpo
Con colores chillones.
Para
que la gente piense lo feliz
Que soy, o lo loca que estoy.
No paso desapercibida
Cuando paso sonriendo,
Con
mi macuto a la espalda,
Abarrotado de besos y versos.
¡Veo cada día unas caras!
Que parecen que van muertos
Arrastrando
el cajón por la acera,
Directos al cementerio.
No se paran ni a ver, a la Luna,
Ni a al Sol que brilla en los Cielos
Ni
a mil niños que cual pajarillos,
Van cantando y van riendo.
Ni se paran a pensar que tienen,
El pan en su mesa caliente
Y
que pueden amar, a rienda suelta
A cualquier viviente.
¡Qué caras tan serias Dios mío!
¡Cada
día a mi paso veo!
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