No me hizo bella por fuera
Ni me dio los ojos grandes
Ni abundante melena
Pero me hizo buena.
Me dio una amplia sonrisa y me dijo:
No te la quites aunque
En esta vida sufras,
Hasta que te mueras.
Me regaló dos piernas fuertes
Para que caminara por la vida
Y me encargó que buscara siempre
La Paz y la Justicia.
Me donó bellas musas
De su edén infinito,
Para que mis dedos tejieran
El amor y el cariño.
Una mente con ansias.
Un corazón sin cerrojos.
Un alma blanca donde guardar
Mis más preciados tesoros.
No me hizo bella por fuera
Y casi se lo agradezco...
Prefiero la otra belleza
La que solo ven, los ciegos.
Encarna Recio Blanco.
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