El
Señor esté con nosotros
los
de sin pecado.
El
Señor Alcalde
con
el que no tiene trabajo.
El
Señor Maestro
con
los gitanos.
El
Señor Cura
con
los paganos.
El
Zapatero
a
sus zapatos.
El
camarero
a
su mal trago.
El
delincuente
con
su letrado…
pero
si la hizo…
¡a castigarle!.
El
presidente
debería
estar callado
o,
diciendo al pueblo
la verdad,
de
lo que está pasando.
Los
banqueros
todos
a juicio…
Para
poner en claro
los
estropicios.
Los
que hablan
de rescates
¡Cuidadito!
Que
será el pueblo
quien
dicte
tal
veredicto.
Encarna Recio Blanco
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