...Y
llegó Septiembre
con
sus altibajos,
con
las añoranzas
y
con el trabajo.
Cambiamos
la piel
que
aún nos negrea.
Llenamos
el alma
de
sal y de arena.
A
las musas dimos
también
vacaciones
para
que volvieran
llenas
de ilusiones.
En
el tajo estamos
amigos
lejanos.
No
es que me olvidara
de vosotros...
de vosotros...
Es
que merecía
otro
regalo del Cielo.
¡El
descanso!
Encarna
Recio Blanco
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