Quiero que tus brazos
me estrechen fuertemente
Quiero el perfume de
tu cuerpo enloquecido
Junto a mi cuerpo que
espera tu simiente.
Quiero que por mi cuerpo cabalgues
Como un potro
desbocado por la pendiente
De esas noches sin
lunas donde ardemos
En la hoguera de
nuestras pasiones.
Quiero ser para ti el almíbar que te sacie
El vino que de placer
te emborrache
Y que pierdas el
sentido en el nirvana
Cuando nuestros
corazones de nuestro pecho
Escapen.
Quiero ser el lazarillo de tus caminos
La odalisca que baile alegre en tus tristezas
La Diosa eterna de
tus paraísos perdidos
Y el volcán donde te
abrases.
Quiero ser esa estrella que alumbre tu destino
Quiero ser la reina
de tu hambre y de tu sed
Quiero ser la alegría
y la música celestial
Donde por siempre te calmes.
Quiero ser parte de tu vida y de tu suerte
Quiero ser confidente
y compañera
La madre que no pudo
darte un hijo
Pero que te dio toda
su vida.
Encarna Recio Blanco.
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