A veces, entender
simplemente es cuestión de querer, y en otros casos sencillamente el problema está en no comprender,
que hay cosas que pasan por que si, y que la única explicación es esa.
A lo largo de mi vida,
he buscado el resultado muchas veces, sin valorar la ecuación, a veces, he
tenido ante mis ojos una solución rápida, y he querido encontrar otra menos
certera, pero más difícil.
No creo que el destino
este marcado de antemano, a aunque reconozco, que hay cuestiones en las cuales, el ser humano tiene
poco que ver, pero en la mayoría de los casos, sufrimos por problemas que
magnificamos, sin saber porqué, son granos de arena en un desierto de ideas,
montañas de minúsculas vanidades que tenemos que vivir para afirmar, nuestra
propia existencia.
Quisiera que mi mundo
fuera tan claro como los rayos que esta tarde surcan el cielo, que el universo
se compusiera de personas sin doble intención y sin cambios de actuación en el
último momento, que el amor fuera para siempre y no un arrebato de unos meses,
unos días, pocos años a veces, que las palabras se quedaran en la tierra y
fueran más pesadas que el aire.
Me gustaría, que dos
canciones, pudieran emocionar a una humanidad congregada, y que no hiciera
falta más de una explicación, para llegar a un acuerdo.
Que no hubiera guerras,
que no hubiera paro, que no hubiera hambre. Quisiera despertar sin ruidos, sin
escaleras que subir, y sin infiernos que ver a lo largo de las pesadas horas
del día.
Me gustaría paliar el
dolor ajeno, y porque no, a veces también, un poco el mío.
Quisiera encontrar bondad en los ojos de la
gente, que se pudiera olvidar el dolor con el perdón, de aquellos, que lo
causaron.
El mundo en sus vueltas, va colocando cada ladrillo
en su posición, algunos son fuertes y tardan en caer, y otros rompen la
estructura, independientemente del lugar que ocupen.
En la mayoría de los
casos, el valor mismo de nuestra alma, depende de nosotros. Nosotros
elegimos caminos constantemente, sin
imaginar cuan diferentes llegarían a ser nuestras vidas, si en lugar de una
senda, hubiéramos adoptado por la de al lado, cuantas veces decimos; si yo
hubiéramos hecho eso, no me hubiera pasado esto, pero eso, no es así.
Al menos yo he tenido la
suerte, de ser libre, de escoger siempre bajo el rigor de mis ideas, de no
callar por imposición, y de saltarme más de una norma establecida, a la torera,
que de vez en cuando, no vine mal.
Mi vida será mejor o
peor, quizás hubiera sido más feliz, por otros caminos, pero pocos pueden y
podrán decir, que con sus más, y sus menos, fue lo que quisieron. Y si hay algo
de lo que verdaderamente yo siento, y estoy muy orgullosa, es de haber sido yo,
en todas las circunstancias de mi vida.
Encarna
Recio Blanco
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