martes, 19 de noviembre de 2024

Me duele el corazón-Cartas de amor-


Me duele el corazón de tanto amarte, y el alma de esperarte sin respuesta. Le pido a los dos, que no se marchen, pero ellos siguen, no contestan.  Quisiera entregarte mis dos manos para que obrasen siempre a tu manera y a los pies, para que en sueños, vuelvas por aquí, aunque no quieras.

Quisiera yo nombrarte el patriarca de los muros que encierran mi tormento y guardián de las lanzas que de noche, se clavan en mi pecho mientras duermo.

Quisiera que entrases de puntillas y sin ruidos, y  te acostases a mi lado y pasar así los años que me quedan, enlazada a tu pecho y a tus brazos.

Cuando no me quedan sueños en la alcoba, recojo aquellos que dejaste, y miro al mar y no contesta, ¿Será que a él también lo enamoraste?

Me confieso una testigo traicionera, un capitán que abandonó su barco, un ruin que a todos desespera.

Tuve magia, tuve tiempo, tuve momentos opacos, tuve sol y tuve viento, para buscar el valor que no encontramos.

 Pero ahora, sin prestarme atención, ya se marcharon, me dejaron sentada sin testigos, y con menos que con más, me abandonaron.

Y es que el mal, no se comprende, y el llanto por un rato es un buen amigo, pero al tiempo él se cansa de nosotros, y nos deja más que nada, deprimido.

Me sobran años mi amor para pasarlos contigo, me sobra más, y mucho mas corazón, que a ti nieve en los bolsillos.

Pero me falta tu amor, tu tiempo y tu vanidad, me falta la razón que tú me has de arrancar, me falta al despertar, y al acostarme después, y si hago balance también faltas en mi cama, otra vez.

 Si consigues algún día renovar tus prioridades, y  me pones la primera, o la segunda, o ¡Quién sabe! no hace falta que me llames, estaré sin previo aviso.

Espero que tú me esperes, como hasta ahora me has dicho.


  Encarna Recio Blanco.

lunes, 18 de noviembre de 2024

Por dónde...


¿Por dónde os habéis escapados?

Bellas musas

¿En qué puerto habéis anclado?

Que estoy mirando este mar

Sin divisaros.

No me abandonéis que quiero

Buscar a mi corazón

Que del pecho esta mañana

Se me escapó.

Venir, venid en bandadas

Para ayudarme a escribir

Lo que siento sin mi corazón

Que se cansó de latir.

¿Dónde estoy que nada veo?

¿Por donde vago que no peso?

¿Donde se irán estos versos?

¡Si no hay ojos para leerlos!

 

Encarna Recio Blanco.

domingo, 17 de noviembre de 2024

Apostados en la esquina.Sátira-

 


Apostados en la esquina veo una cuadrilla,

Están repartiendo los votos, para las elecciones

Que se avecinan.

Los primeros son de izquierda, con barbas

Y caras serias, y cuando alguien se acerca,

Le endosan la papeleta.

Los otros  son  de derechas, bien vestidos

Y educados que se acercan y te dicen:

¡Que la crisis se ha acabado!

Los de enfrente son del centro, estos van

Con música caribeña, te saludan y se jactan

Diciendo, que ganarán la contienda.

Tal vez estén en el paro, los pobres,

Esos que te dan las papeletas, y el partido

Les ha prometido un salario de primera.

Les han dicho que si ganan las elecciones

Les van a enchufar en Cáritas para que coman

Caliente todas las semanas.

Hay un revuelo por la plaza de lenguas que vitorean

Cada uno a su partido, sin que nadie los entienda.

Estoy mirando el tumulto y me asoma la vergüenza,

De los pobres charlatanes que les pagan,

Con una simple merienda.

¿Dónde están los peces gordos?

Dice uno que les contemplan en aquella plaza

Que me parece, el circo de las pendencias.

Ellos estarán en sus yates, dice el otro que se acerca,

O en sus enormes mansiones, sin dolores de cabeza.

O se irían de vacaciones alguna playa desierta,

Donde el presidente de allí, les regale hasta una hacienda

Mañana aparecerán sin corbatas ni chaquetas,

En el mitin que darán, en la puerta de la iglesia.

 

Encarna Recio Blanco.


jueves, 14 de noviembre de 2024

En el mundo que vivimos...

 


En el mundo que vivimos, a veces, la realidad se camufla en un traje caro y de marca, en un deportivo amarillo, o en un yate con banderas de colores, y que en verdad, lo que esconden dentro de tanto  oropel son  falsedades, conspiraciones, disimulos,  tramas malsanas y apariencias ficticias que engañan y esconden lo que en realidad son.

A veces, encontramos a nuestro paso a personas que creemos son bondadosas, generosas, amables, cordiales en fin, como si fueran angelitos andantes, o animales con la pesada carga, pero en realidad no es así, dentro se esconden los que son capaces de todo lo malo, que podamos imaginar.

Hay asesinos con caras nobles, políticos con sonrisas falsas, casadas poniendo las cornamentas a sus maridos, hijos que matan a sus madres por la droga, violadores, egoístas, marginados y los que llevan adosados la metralla a sus espaldas.

Detrás de muchas acciones se camuflan intereses ruines, protagonismos, y mirando siempre hacia sus intereses personales. Cuando advierto en esas caras los  disfraces, paso de puntillas junto a ellos para no respirar ni le aire que de sus pulmones emanan.

Vemos a señoras con las pieles hasta el cuello, llevan a su lado  a la sudamericana que le sirve de burra de carga, que entran en la iglesia, con el alma  negra para lucir tan solo, sus esmeraldas.

También veo y me adoso, al bohemio que  sonríe sin poseer nada, en el balcón de la tarde se sienta, cantando con su humilde guitarra. También pasan a mi lado  personas buenas, claro está, amables, entrañables que con las limpias sonrisas en sus caras intuyo lo que en sus corazones atesoran. A la joven que espera impaciente con el amor en su mirada, a que aparezca su amor por las calles empedradas, me emociono al verla y me recuerda mis esperas.

A los ancianos que vienen cansinos con sus fuerzas desgastadas, aunque llevan prendidos el amor y la soledad entre el bastón que sostienen sus piernas cansadas. En el mundo en el que vivimos, la realidad puede ser muy diferente de los que van promulgando con acciones y palabras, lo contrario que ellos hacen en sus guaridas malsanas.

Hay que ser muy sagaz para percibir en esas personas que pasan a tu lado, si es falso o limpio, como el agua clara, al que camina a tu lado, sin caretas falsas.

 

Encarna Recio Blanco.



miércoles, 13 de noviembre de 2024

Si me veis pasar...

 



Si me veis pasar por la avenida  sonriente,

Despistada, atrevida, y más loca que una cabra

Por los aledaños de la ermita

Buscando a la Soledad con mis poesías.

¡No me saludéis…dejarme tranquila!

Que soy una paloma mensajera sin alas

Que no puede remontar el vuelo por el peso

 De mi zurrón atiborrado de sueños.

 Entre los álamos que verdean voy saltando

Por los campos silenciosos voy recitando

Sembrando en los surcos abiertos semillas

De renacimiento.

 No puedo soltar mis manos del arado

Que abriendo la tierra firme y decidida

Engulle con hambre las simientes

Mientras el sol me saluda con una sonrisa.

Las cigarras a lo lejos entonan despedidas

Los pastores con sus rebaños cansinos

Van hacia sus rediles donde puedan descansar

Hasta el nuevo día.

 Tantas emociones adormecen mis sentidos

Y me quedo adormilada bajo un almendro

Seco y amarillo que me acoge amoroso

Como un padre cuando vuelve su hijo.

Glorias he infiernos olvidados a mi lado vuelven

Gratos cielos, lunas, luceros, amores y recuerdos

Cobran vida con la luz de este amanecer, y de pronto…

 Aparece  el ocaso en mis mejillas.


 Encarna Recio Blanco.


martes, 12 de noviembre de 2024

Por si acaso se me olvida...

 


Por si acaso se me olvida te diré que he sido tuya

En el ocaso del día y hasta que duerme la luna.

Te diré que en mis renglones las líneas voy escribiendo

Y que un anillo invisible surca el grueso de mi dedo.

Te diré que es constante vivir sintiéndome en duelo

Porque sé que ha muerto el cielo cuando tú

No estás delante.

Te aclaro cuanto deseo que tu alma se emborrache

Y se olvide de esconderse aunque solo sea un instante.

Algo  tanto algo tan dulce y sentido me niego

Que sea pecado más delito es consentir

Que no podamos vivir y mi consuelo es amarnos.

Le pido al cielo respuesta que nos contemple sensible

Este amor es verdadero, aunque mi anillo del dedo

Sea por siempre invisible.


 Encarna Recio Blanco