martes, 4 de febrero de 2025

Seguramente mi Dios-Reflexiones


Seguramente  mi Dios, esta tarde, estará echando la siesta, porque lo llamo, y ¡no me contesta! no me extraña, porque este sol noviembrero, invita a ello, calienta más que el de  agosto, ni llueve, ni nieva, ni hay ráfagas ventosas por los oteros, ni copos de nieve, ni heladas en las madrugadas.

 ¡Ay! Esta tierra se ha vuelto loca, tan loca, como los que estamos en ella.

Sin embargo, en el suelo que ahora nos cobija, siempre hay tormentas, huracanes, guerras, sequias, tempestades del poder, que hacen  de los hombres fieras humanas.

 No quiero molestarlo pero, me apremiaba hablar con Él, pues simple y llanamente para cambiar impresiones, para preguntarle  porqué permite este azote,  a diestro y con siniestro, esta tristeza  que asola  siempre, a los más desfavorecidos, en una sociedad que poco a poco, se va desgranando, sin que sepamos cómo podemos conjugar las esperanzas con las desgracias.

En fin, le mandaré por tanto, unas líneas con estas cosas que en mi garganta ahora se atragantan,  al ver lo que a mí alrededor pasa, veo, leo siento y presiento. ¿Puedes poner mi Señor con Tu poderosa mano un poco de orden en este caos?

Tantas falacias abusivas, mandatarios sin almas, niños  con hambre y sin padres ni cunas, asesinos con navajas detrás de las esquinas, coches que estallan, llevándose la vida de muchos inocentes, campos que se secan por la falta de lluvia, montes  que arden desconsolados, sin que sus lagrimas puedan apagar sus heridas, barcos que naufragan en mares.

 ¡Si, si, no todo es malo mi Señor! el Sol nos acompaña cada día, las flores en los rosales con sus perfumen nos alivian, los mares nos acarician, no todo en malo, también hay muchos seres humanos, que trabajan incansablemente por la Paz, y la Justicia, pero lo malo, parece que es lo que más abunda.

Ya no quiero Señor cansarte más, con tantas cuitas, sé de antemano,  que Tus respuestas las encontraré, en esta fe que me diste, y que cada día se estira…se estira.

 

Encarna Recio Blanco


martes, 28 de enero de 2025

Amigo…a ti y a mí...

 

 Amigo…a ti y a mí

Nos tienen encadenados

De pies y de manos

Sin poder soltarnos.

Nadie escucha nuestro ruego

Nadie nos hace caso

Y seguimos por las sendas

Con los ojos vendados.

 Acatando unas leyes

Dictadas en escaños

Con malsanas negociaciones

Sin pensar en el pueblo llano.

 Nos quedan estos versos

Llenos de pena y de tristezas

Cuando vemos que en el Mundo

Nos falta la Paz, y nos sobran

 ¡Las guerras!


 Encarna Recio Blanco.


miércoles, 22 de enero de 2025

Hablemos de amor...

 


Hablemos de amor

Escucha el silencio.

Lo que quieres oír

Te lo dirá el viento.

Hablemos de amor…

Que con falsas palabras

Agonizan los corazones

En camas heladas.

Escucha la lluvia del cielo

Coge las estrellas con tus manos

Que juntos cabalgaremos

Al trote por el llano.

El viento  será la ternura

Que te acune

Mis labios serán el calor

Para encenderte

Y nuestros cuerpos jadeantes

En la siembra

Donde brotará nuestra simiente.

Hablemos de amor

Avivemos nuestros corazones

Que laten en armonía

Con esta paz que nos invade.

Hablemos de amor

Necesito mirarte y convencerme

Que eres la verdad de mi vida

De mis sueños y de mi suerte.

 Escucha...

Llueve música del cielo;

Toma las estrellas con tus manos.

Nada es imposible en esta noche

Tan llena de encantos.


 Encarna Recio Blanco.


miércoles, 15 de enero de 2025

Aquí estoy...

 

 


 Aquí estoy.

 Aquí estoy, borracha entre poesías

Que voy apilando de la noche al día.

Sin el maquillaje profano, desnuda,

Como una hoja  seca que el viento va dejando

De esquina, en esquina.

Aquí estoy, releyendo aquellos mensajes

Que el alba sonriente siempre me traía.

Tragándome las lágrimas y bebiéndome

El acíbar copa, a copa, sin importarme

La noche ni el día.

Aquí estoy, sin sentirme y sin oírte,

Sin esperar que los sueños me acunen,

Ni que el tiempo esté paralizado y sin eco,

Entre los muros de una soledad,

Que me muere.

Aquí creo estar, pero no estoy esperándote,

Aunque te sigo amando con locura.

Con la piel hecha jirones de color púrpura.

Con el alma desmayada por tu silencio,

Que es, mi sepultura.

  

Encarna  Recio Blanco.


miércoles, 8 de enero de 2025

A la orilla de aquel riachuelo...



A la orilla de aquel riachuelo

Cuando era el mes de mayo

Te vi por aquel barbecho

Con el arado en tus manos.

Un sombrero en tu cabeza

Una sonrisa en tus labios

Y un no sé que en tu mirada

Cuando los dos nos miramos.

Las alondras por el cielo

Junto a un árbol se posaron

Cuando vieron que venias

Sonriente hacia mi lado.

Buenas tardes me dijiste

Con una voz temblorosa,

Si tienes sed tengo agua

¿Quieres un trago?

Me supo a gloria bendita

De la que el cura bautiza

Y mi corazón del pecho

Escapaba, a toda prisa.

El embrujo apareció

Cargado de margaritas

Que en derredor se posaban

Con efluvios de sonrisas.

A la orilla de aquel río

Me aferraba entre sus brazos

Y nos perdimos entre la maleza

De aquellos dormidos álamos.

En una nube de azúcar

Nuestros cuerpos se juntaron

Dando paso a la locura

De dos corazones enamorados.

 

Encarna Recio Blanco.


  

martes, 7 de enero de 2025

“Santo Cristo de Monteagudo”

 

¡Santo Cristo de Monteagudo!

 Elevando mis ojos al Cielo  diviso

Enardecida…al Cristo de Monteagudo

Con los brazos abiertos

En su enorme escultura.

Ver su estampa en las llanuras

Nos alegra al encontrar la Paz

Y el amor  de un padre

Que nos puede perdonar.

Con sus brazos al viento nos cobija.

Nos calma los dolores y las penas.

De aquellos que pasamos y lo vemos

Con una devoción desmedida.

Orgullo de los Murcianos

Estampa serena y viva

Que a tu frondosa huerta iluminas

Haciendo de la noche, el día.

Forma parte de nuestra tradición

De nuestra Cultura

Y de ese fervor permanente

Que a los huertanos alumbra.

Fue tu imagen demolida un once

De aquel Septiembre

Cuando los corazones perversos

Portaban  los fusiles de la muerte.

De aquella maldita conjura floreciste

Como el azahar de tus limoneros

Que en primavera  perfuman la huerta

Entre aromas y colores.                           

Después…

También quisieron derribarte

Sin compasión de tus alturas

Pero los parlamentos divinos

Actuaron con premura.

 ¡Sagrado corazón de Jesús!

¡Santo Cristo de Monteagudo!

Que nadie intente derribar Tu Cruz

De donde está erigida.

Eres el símbolo vivo de un pueblo.

Del Mundo entero.

Y de todos aquellos que te miran

Con devoción y respeto.

Aquí nos tienes postrados ante Tu Cruz

Para pedirte perdón por las ofensas

Y para  que nos colmes de esa Paz

Que este Mundo necesita.


  Encarna Recio Blanco.