A la orilla de aquel riachuelo
Cuando era el mes de mayo
Te vi por aquel barbecho
Con el arado en tus manos.
Un sombrero en tu cabeza
Una sonrisa en tus labios
Y un no sé que en tu mirada
Cuando los dos nos miramos.
Las alondras por el cielo
Junto a un árbol se posaron
Cuando vieron que venias
Sonriente hacia mi lado.
Buenas tardes me dijiste
Con una voz temblorosa,
Si tienes sed tengo agua
¿Quieres un trago?
Me supo a gloria bendita
De la que el cura bautiza
Y mi corazón del pecho
Escapaba, a toda prisa.
El embrujo apareció
Cargado de margaritas
Que en derredor se posaban
Con efluvios de sonrisas.
A la orilla de aquel río
Me aferraba entre sus brazos
Y nos perdimos entre la maleza
De aquellos dormidos álamos.
En una nube de azúcar
Nuestros cuerpos se juntaron
Dando paso a la locura
De dos corazones enamorados.
Encarna Recio Blanco.
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