De
pronto entre las tinieblas
Hay un
atisbo de luz
Un halo
en la esperanza
Un
futuro, una razón.
Un te quiero que recorre
Cual
serenata profana
Mis
noches y mis días
De mi
boca a mi garganta.
Has llenado mi existencia
De
pájaros de hojalata
De volcanes
apagados
De
pieles ya desgastadas.
Quieres romper la rutina
De
estos días que no pasan
De la
esclava soñadora
Que
nació sin ser fulana.
Ya no tienes corazón
Lo has
perdido entre la nieve
Tal vez,
cuando se derrita
No
sentirás lo que sientes.
Yo nací para enseñarte
Que
existen muchas verdades
En la
vida, en el amor
En el
trabajo, en el arte.
Pero no diste valor
A lo
que tiene importancia
Que fue
el amor que te di
Aunque
no tenía esperanza.
Encarna
Recio Blanco.