He visto llorar al mar.
A los aires suspirando.
A las montañas calladas
Y a los montes solitarios.
He visto a los leones dormidos.
A los truhanes robando.
A los limpios de espíritu
Que Iban cantando.
He visto un crucifijo en la escuela
Que lo estaban derribando,
Izando en su lugar…
A un bandido con fusil alzado.
He visto como lloraba
Un niño de puerta, en puerta,
Con harapos en su cuerpo
Y con las manos abiertas.
He visto llorar al Cielo
Cuando cerraba sus puertas..
Y a Dios, que las abría de nuevo
Si pagamos nuestras deudas.
Encarna Recio Blanco.