Amarte fui mi tormento
perderte
mi salvación
y sin
embargo lamento
que te
marcharas mi amor.
Este
feroz deseo
que
albergo en mi corazón
es lo que
nunca me apacigua
ni me
calma éste dolor.
Si
caminar entre muros
de piedra
te hace feliz
iré si
quieres descalza
sólo por
verte reír.
Y si de
noche entre nieblas
no ves la
luna salir
me subiré
a los tejados
y la
bajaré para ti.
¿Qué más
quieres que te diga?
¿Qué
puedo hacer si no estás?
seré una
pobre mendiga
sin un
pedazo de pan.
Me bajaré
a los infiernos
a pedir a
Satanás
que me
culpe de mil cosas
pero no
de éste pesar.
Yo no me
siento culpable
ni creó
que sea pecar
amar como
yo te amo
si mi
amor bendito está.
Les diré
a todos los Santos
que me
maldigan sin más
que no
quiero estar con ellos
si allí,
no puedes entrar.
Vagaremos
por el mundo
con
cadenas en los pies
pero
estaremos unidos
con
cerraduras de miel.
Que yo no
quiero la vida
si no te
puedo tener
que me la
arranquen ahora
y me la
quiten después.
Encarna
Recio Blanco