¡Cómo decirte Señor ante Tu Cruz!
El dolor que mi alma alberga
Al ver tus ojos tan
tristes
Mirándome tan de cerca.
Cómo suplicarte que perdones
Mis pecados y arrebatos
Si entre los muros
del Mundo
Me pierdo…
Si Tú, no estás a mi
lado.
Hacia el Gólgota caminas
Con la Cruz entre Tus
brazos
Entre saetas quejosas
Para ser martirizado.
¡Cómo decirte Señor!
Que mis pies están
cansados
Cuando los tuyos inmaculados
Van sangrando.
Te seguiré Padre Mío
Hasta que despunte el
alba
Y hasta que en mis
ojos no quede
Ni una sola de mis
lágrimas.
Me arrullaré en tu costado
Tus pupilas besaré
Y en Tus labios
poderosos
Los ungiré con la
miel.
¡Mi amado Jesús! ¿Qué te diría?
¡Déjame que te
acompañe!
Para arrancar de esa
corona
Las espinas de Tu
frente.
Quiero darte la sangre de mis venas
Y beberme ese vinagre
y esa hiel
Para que juntos nos vayamos
A la morada de Nuestro
Padre.
¡Oh, Jesús de Nazareno!
¡Qué dolor siento al
mirarte!
Nos donaste el amor en Belén
Y hoy nos entregas Tu
vida.
¡Escúchame Nazareno!
Hoy me siento arrepentida.
Te ruego que me
perdones
Con la dulce entrega…
De mi corazón, y de mi
vida.
Encarna Recio Blanco.
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