Aunque tú no lo sepas
Me he inventado tu nombre,
Para que la noche mitigue
Mi agónica espera.
Aunque no me oigas
Siempre te llamo,
Cuando la madrugada
Hace estragos en mi almohada.
Con relojes sin cuerdas,
Contando las horas,
Con mis sueños envueltos
En amapolas.
Aunque tú lo ignores
He besado tus huellas,
He limpiado tus lágrimas
Y he llamado a tu puerta.
Tú no lo pensabas
Pero siempre te esperaba,
En aquella estación
Entre vientos y escarchas.
Aunque no lo comprendas
La vida se nos escapa,
Con atisbo de temores
Y sin esperanzas.
Aunque mis silencios
No comprendas eran
Para no despertar al guardián,
Que te tiene entre rejas.
Aunque tú no tengas la valentía
Que a mí me sobra…
Ya me faltan las fuerzas
Y te cierro mi puerta.
Aunque tú no entiendas a los poetas.
Ni a los limpios de corazón.
Te diré…
Que ellos prefieren la muerte…
¡A una traición!
Encarna Recio Blanco.
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