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martes, 20 de mayo de 2025

Con el corazón lleno de gratitud...


Con el corazón lleno de gratitud, me acerco a este momento para dar las gracias.

No sé bien por dónde empezar porque la emoción es tan grande, que las palabras se me escapan.

 Recibir este "Doctorado Honoris Causa" supone para mí, una alegría inmensa y una  sorpresa luminosa.

Me honra profundamente y, sobre todo, me conmueve que se me haya reconocido por algo, que nace del alma: la solidaridad.

 Porque si algo he aprendido en este camino es, que la voz no se hizo para el silencio, si no para nombrar al otro, para acunar su dolor, para levantar su risa.

Siempre fui por la vida con un micrófono entre las manos como quien lleva una lámpara encendida, buscando sombras para darles nombre y noches, para sembrar en ellas un poco de esperanzas.

Este reconocimiento no es solo mío. Es  de todas las personas que he encontrado al borde del camino, de aquellas con las que he compartido el pan, la palabra, canción o lucha. Es de quienes me enseñaron que la ternura también puede ser trinchera, y  que no hay gesto pequeño cuando se hace desde el amor.

A quienes pensaron en mí para este  honor, a quienes me escucharon me sostuvieron me creyeron: gracias. Gracias  por ver en mi voz un puente. Gracias por hacerme sentir que la solidaridad es también una forma de ciencia, una forma de arte, una forma de estar viva.

Seguiré faenando con la voz como quien lanza redes de palabras al misterio, porque todavía hay muchas cosas que decir, mucho que cantar mucho que abrazar con la voz.

Este honor me impulsa, me alumbra, me compromete. No como una meta alcanzada sino como una semilla que ahora, florece más hondo.

Gracias de corazón. Gracias  por este gesto que me hace sentir acompañada. Gracias por hacerme sentir que mi voz tan mía y tan vuestra ha encontrado eco.


Encarna Recio Blanco.


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