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miércoles, 16 de octubre de 2013

Silencio absoluto.


 

Silencio absoluto en el valle, ni los pájaros cantaban.

Por la vereda abrupta aquella mujer caminaba. 

Unos folios en blanco en sus manos, que el viento zarandeaba.

Y en el Cielo mil nubes traviesas al escondite jugaban.

 Cansada se tumbó en la vereda quedando su cuerpo

 Pegado a la tierra, que la acunaba como a una niña pequeña.

La regó con su llanto, le contó sus penas de amor

Y aquella terrible pesadilla que la trastornó.

 Todo era silencio, quietud y misterio, el monte espiaba…

A lo lejos, unas campanadas llamaban a duelo.

El ocaso apareció de improviso, los folios en blanco gritaban.

Las vacas mugían, y los corderos volviendo al redil, lloraban.

 Sus ojos miraban sin ver, ni la grandeza de Dios

Y cerrándolos dulcemente a su lado voló...

 

Encarna Recio Blanco.





viernes, 24 de mayo de 2013

No me oyes...


No me oyes  y te llamo.

No me ves y estoy contigo.

No me sientes y te toco.

No me añoras y te sigo.

Cada segundo en mis días

Tu recuerdo se hace vivo.

Mi corazón se acelera

Y mi alma te llama a gritos.

Con locura reto al tiempo.

A los dioses del Olimpo.

A las ninfas del bosque

Y al funesto destino.

 Para volver a tenerte

Aunque sea en la distancia

Para que entremos muy juntos

En el alba.

 Besar tu boca, temblar contigo

Volver a escuchar tu voz

Y que despierten mis ansias.

¡No me oyes y te llamo!

 

Encarna Recio Blanco.




 

domingo, 19 de mayo de 2013

Recuerdo como pasó...

Recuerdo como pasó

Todas las horas del día.

Han pasado muchos años

Pero en mi corazón te retenía.

Siempre esperaba impaciente

Verte aparecer,

Por la calle de las ánimas

Donde un día te encontré.

Fue nuestra historia

De cuentos y leyendas,

No nos dijimos te quiero

Ni un beso sembraste en mi boca.

Ni el cansancio, ni la angustia,

Ni las esperas cansinas,

Desataron las cadenas

Que a los dos nos mantenía.

Mucho tiempo nos pasó.

Muchas lunas nos velaron

Cada uno por su sitio

Pero siempre enamorados.

 ¡Qué grande fue nuestro encuentro!

¡Qué triste la situación!

Venias con mucho equipaje...

Yo solo, con mi corazón.


Encarna Recio Blanco.