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martes, 13 de noviembre de 2018

Llegará la mañana...


Llegará la mañana en que no me levante.

Llegarán esos besos que no pediré.

Llegará algún te quiero a destiempo y distante,

Y tal vez entonces, tú llegues con él.

Marcharás muy cansado anulando al destino

Por haberme dejado tan fría la piel,

Y entonces, no importará lo que digas o hagas

Porque ya será tarde, para echar a correr.

Servirán de castigo esas noches en vela,

Esa pálida luna, ese hueco sin ser

Esa noche apagada en el reloj de tu tumba

Y un letrero que explique, el dolor de mi piel.

Y en un tiempo borroso que no recuerde

 Ni el viento, en un sitio espantoso andaremos

Tú y yo.

Y sintiendo en el alma el dolor de tus ojos

Estaremos muy juntos y distantes los dos.

El porqué me quisiste y dejaste de hacerlo.

Y por qué yo te quiero y te quise también.

Ahórrate el tiempo y no lo preguntes

Pues auguro claro, que no lo sabré.


Encarna Recio Blanco.




martes, 29 de diciembre de 2015

Ya no me quedan esperas ni llegadas


Ya no me quedan esperas ni llegadas.

Ni farolas mohosas ni posadas.

Ni desiertos de arenas donde enterrarlas.

Tengo las fuerzas desgastadas de tanto usarlas,

En la tremenda porfía de mis esperanzas.

Ya sólo quiero dormir con la Paz abrazada.

 Estoy  muy cansada, muy cansada…

¡De tantas batallas!

 

Encarna Recio Blanco.





jueves, 17 de abril de 2008

Llegas y la ausencia


Llegas y tu ausencia se vuelve alegría

Y rozo cansada tus manos tan frías.

No pasan los años en este reloj

Desde que te marchas tampoco ando yo.

Gastas mis placeres me llenas de vida

Sin embargo luego olvidas deprisa.

El daño que a veces causan mis heridas

Que tercas se abren cuando tú me miras.

 ¿Qué quieres de mí?

Maldito deseo, maldita la cama

Maldito aquel beso que te di en el alba.

Novata en amores creyéndome sabía

Entendí de prisa  como era la rabia.

 Mi boca te busca en cada rincón

Mis más ellos versos suplican tu amor.

Y odio las noches si no te presentas

Y paso los días sin darme ni cuenta.

¿Qué buscas amor?

Dime que me quieres ¿Por qué fui elegida

Entre otras mujeres?

Ni soy la más bella ni la más veloz

Tampoco mis rimas se leen mejor

 Será que tu dedo sobre mi cayó

Igual que la muerte es sentenciador.

Así es que me guardo mi mejor lección

Y apunta con tiento a otra dirección.

 

Encarna Recio Blanco.