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lunes, 5 de febrero de 2018

He aquí dos rosas frescas...


He aquí dos rosas frescas mojadas de rocío:

Una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.

Y he aquí que lentamente, las dos rosas deshojo:

La roja, en vino blanco; la blanca en vino rojo.

Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes

Me rozaran los labios, como labios de amantes;

Y, en su llama o su nieve de idéntico destino,

Serán como fantasmas de besos en el vino.

Ahora, elige tú, amiga cual ha de ser tu vaso:

Si este, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.

No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor

 Embriagarse de vino que embriagarse de amor…

Y así mientras tú bebes, sonriéndome así,

Yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti…

Buesa

Encarna Recio Blanco.



martes, 11 de abril de 2017

Cierro mis ojos y me abandono...

Cierro mis ojos y me abandono

A tu recuerdo para saborearte todo.

 Quiero escaparme de estos barrotes

Que me aprisionan y no puedo.

 Sigo en tu búsqueda por los aledaños

Del desierto y no te encuentro.

Sigo persiguiendo al destino

Que se ríe de nosotros y  con él no puedo.

Quiero dejar de escribir lamentos,

Poemas y versos y mis dedos se revelan

 En el intento.

 Quiero no quererte más y sin embargo…

¡Te quiero!

 

Encarna Recio Blanco





Escucha"CIERRO MIS OJOS Y ME ABANDONO" en Spreaker.

jueves, 16 de marzo de 2017

De mi libro “Atardeceres de Fuego"


Cual loba que  hambrienta te busco en mis sueños.

Al viento le grito que me traiga presto,

Todos tus besos.

Y odio las noches porque no te tengo.

La madrugada se ríe descarada

De mi gran tormento.

Y mi calentura no tiene remedio

Al ver que los Cielos me niegan tu aliento.

Al ver que el destino nos negó el encuentro,

En aquellas horas…en aquel momento.

A lomos de mi locura araño el silencio,

Porque no me trae todos tus te quieros.

Es tan infinito el amor que te tengo,

Que dono mi vida a Dios por estar contigo…

¡Sólo unos momentos!

 

Encarna Recio Blanco.







miércoles, 16 de octubre de 2013

Tu camino siempre...




Tu camino siempre fue el mío

Pero el destino se empeñó

En que nuestros pasos se perdieran

Por senderos distintos.

Nos volvimos a encontrar

A través de una pantalla

Y los Cielos se me abrieron

Al volver a ver tu cara.

Media vida nos pasó

Casi sin darnos cuenta.

Aprobaste todas tus asignaturas

A mí me quedó pendiente la más dura.

Empezamos a soñar

Envueltos en la luna

Y nos perdíamos por la noche

Con nuestra mala fortuna.

A través de la distancia

Muchos te quieros al viento

Y nuestro amor florecía

Con la escarcha de por medio.

 Nos duró la alegría

Lo que dura un suspiro mañanero.

Una lagrima al caer

O un rayo en el Cielo.

Sé que me quieres.

Sabes que te quiero.

¿Nos está vedado amarnos en esta tierra?

¡Pues nos veremos... si Dios quiere!

¡En los Cielos!

 

Encarna Recio Blanco.



 



domingo, 22 de septiembre de 2013

Vete ya mi vida.



¡Vete ya mi vida, vete con ella!

Y olvida si puedes a esta loca fiera.

Que sabe querer como única hembra

Al hombre vedado de fuego y de arena.

 De anillos mohosos, de risas inciertas

De noches sin lunas, ni estrellas.

De sueños ajados detrás de la puerta

De ese campanario que nadie olfatea.

Detrás de la gente que miran y esperan

Que toquen a boda sin novia a la puerta.

¡Vete ya  mi vida, vete con ella!

Que  ya no puedo seguir por tu senda.

Me la han cerrado tras largas esperas.

Y  no puedo verte tras la espesa niebla.

Te grito en la noche y sé que me oyes.

Y sé de tus sueños y de tus temores.

 Y sé de tus cuitas aunque no las digas.

Y sé del  calvario que tienes, mi vida.

Yo sé que me amas aunque sea a escondidas

Por ese calvario con tu cruz prendida.

Y teniendo mil fuerzas renuncio con mucho

 Dolor al ver lo cobarde que fuiste mi amor.

Te dejo con tus Dolores

 Con tu desventura, y tus sinsabores.

Vete con ella… y con sus riquezas

La que en su dedo lleva el anillo…

¡De tu condena!

 

Encarna Recio Blanco.


 

 


viernes, 24 de mayo de 2013

No me oyes...


No me oyes  y te llamo.

No me ves y estoy contigo.

No me sientes y te toco.

No me añoras y te sigo.

Cada segundo en mis días

Tu recuerdo se hace vivo.

Mi corazón se acelera

Y mi alma te llama a gritos.

Con locura reto al tiempo.

A los dioses del Olimpo.

A las ninfas del bosque

Y al funesto destino.

 Para volver a tenerte

Aunque sea en la distancia

Para que entremos muy juntos

En el alba.

 Besar tu boca, temblar contigo

Volver a escuchar tu voz

Y que despierten mis ansias.

¡No me oyes y te llamo!

 

Encarna Recio Blanco.




 

domingo, 19 de mayo de 2013

Quiero reconciliarme.

 

Quiero reconciliarme

Con el destino

Pero por más que lo intento

Le siguen repudiando

Mis cinco sentidos.

 Quiero conversar con él

De amigo a enemigo

Pero el cobarde se aleja

Cuando más lo necesito.

 Le llamo, lo susurro, lo recito,

Lo apaciguo

Para que me lea la mano

Y me diga, si me tiene reservado

Un palco de honor en  este drama.

Tiempo al tiempo, enemigo

La paciencia me sobra, destino

Antes fuiste tú, el causante

De mi desatino y ahora también.

¿Qué te hicimos para esto?

¿El por qué te ensañaste con nosotros?

Si  el amor que portábamos

Era maravilloso

¡Tiempo al tiempo destino!

No te reto, simplemente te digo

Que eres cruel, y que no te quiero.

  

  Encarna Recio Blanco.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Muchos caminos





Muchos caminos anduve.
Muchas sendas con espinas.
Siempre buscando y buscando
donde anclar el alma mía.

Estaba lejos el puerto
y a mis fuerzas atizaba
cual un animal con la carga
que a veces se derrumbaba.

Pocos compañeros
en mi viaje…
Ninguna mano tendida
para ayudarme.

Nunca llegué donde quise
con mi enorme cargamento
El destino se encargó
de llevarme hasta tu puerto.


Encarna Recio Blanco




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martes, 29 de abril de 2008

Se repiten en mi mente





Se repiten en mi mente la historia de nuestra vida, y pasa tan presurosa que apenas me da la dicha de quedarse entre mis sueños, de aportarme la alegría, de tocarme con sus dedos, de calmar esta agonía.

  Se repite ya cansada de tanto ir y venir, de tantas noches furtivas, que yo jamás te pedí. Las horas entre tus brazos se escapaban  veloces, la pasión nos consumía cuando en las noches de invierno, en mi alcoba aparecías, amándome sin medida, sin reservas y sin miedos, a tu lado parecía que no existía el infierno.

 Las palabras son pasos y los verbos se terminan, para explicar lo que siento en esta noche tan fría. De quererte sin sentido cuando ya todo se fue, de seguir en este túnel del que ya no sé volver.

 No te pido que regreses ni que me pidas perdón, ni siquiera unos meses a solas juntos tú, y yo. Te pido que me recuerdes y que no olvides por Dios…

Aquellos besos que nos dimos, y los que el tiempo nos robó.


Encarna Recio Blanco.