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martes, 23 de octubre de 2018

Creo en ti...


 Creo en ti, en tus manos, en tus ojos, en tu forma

De quererme.

Creo, en nuestro futuro, por muy distante y lejano.

Creo, en la eternidad que pasaré a tu lado.

Creo, en la luz del Cielo, en el sol, en los pecados,

En la gloria, en el infierno, y hasta en el más

Bello regalo.

Creo, en la serenidad que me aportas cada día,

En la calma de tus besos, en la tierra

En la tierna espera mía.

Creo, en el despertar si tú estás a mi lado.

Creo, que me amarás  cuando estés en cualquier lado.

Creo en la  eternidad del deseo que sentimos.

Creo, que no  fallarás cuando en el alba lo vivimos.

Creo, en amaneceres, en días que llegarán,

Cargados con la esperanza, del que sabe esperar.

Si queremos bien creer, que en el día de mañana,

Nos podremos liberar de esta carga tan pesada.

Seremos fieles estrategas de lo tuyo y de lo nuestro.

Seremos ya, para siempre estrellas que no murieron.

Porque sí Dios existe, cuando me miras lo creo.

 

Encarna Recio Blanco.




viernes, 2 de junio de 2017

Se han alocado-De mi libro “Atardeceres de Fuego”

Se han alocado mis musas

No las puedo sujetar

En mi mente se amontonan

Y a la vez, quieren hablar.

Unas me dictan de amor

Las otras, de soledad

Otras de la primavera

Cuando se asoma el azahar.

De la lluvia cuando el cielo

Tiene ganas de llorar.

De los ojos de una hembra

Cuando enamorada está.

De un prisionero en la cárcel

Cumpliendo una vil condena

Por una pena de amor

Que le ata a sus cadenas.

¡Parad! ¡Parad! que no puedo

Dar rienda suelta a mis dedos,

Que mi mente está estancada

¡Solamente… en un te quiero!

  

Encarna Recio Blanco.





martes, 9 de junio de 2015

Voy a disfrutar del Sol...


Voy  a disfrutar del sol, a revolcarme en la arena

A compartir con las gaviotas las migas de mí merienda.

A nadar en solitario por el ancho mar

Para que mi mente descanse de tanto cavilar.

Voy a dormir por el día y a soñar por la noche…

A comerme la brisa, a beberme las flores.

 Sin relojes de por medio, sin campanas que repiquen.

Sin madrugadas y sin potingues.

Sin maquillajes profanos, sin vestidos relucientes.

Sin sonrisas fingidas lejos de la mala gente.

 A respirar aires limpios entre humildes pescadores

Que afanosos entre redes, tejen  fríos y sudores.

 Que mi cuerpo retoce entre las aguas del mar

Y que la sal me devuelva…el gusto de amar.

 

Encarna Recio Blanco.


 

miércoles, 25 de marzo de 2015

Padre Nuestro que estás en los Cielos.


¡Padre Nuestro que estás en los Cielos!

¡Cómo te digo esta noche el dolor que siento!

 ¡Padre Nuestro! Que estás en la tierra

En el llanto, en el huerto, en el mar, en el puerto,

Entre el hielo y el viento.

 ¡Padre Nuestro! Que estás en el Cielo  y en la Tierra

Donde tienes tu gloria y tu infierno.

Entre montañas heladas han quedado sus cuerpos.

 ¡Padre Nuestro! que estás en la espina

En el beso, en la espiga, en el pecho, entre el hielo…

 Padre que habitas en cualquier sitio

Dios que penetras en cualquier hueco.

 Tú que quitas la angustia y el miedo…

Aunque  no entendamos a veces tus misterios.

 Entre montañas heladas han quedado sus cuerpos

Sin el abrazo amoroso, sin el último beso.

 Santificado sea Tu nombre en todos los confines del universo.

Nuestras alas se rompen a veces aunque sean de acero.

 Venga a nosotros Tú Reino después de dolores tan inmensos.

Cuando la sangre riega las montañas con el horror y el miedo.

 ¡Padre Nuestro! Si es Tu voluntad la acataremos

Pero calma el dolor de esos padres y de tantas familias

Que hoy están sufriendo ¡Padre Nuestro!


Encarna Recio Blanco.





domingo, 20 de octubre de 2013

Voy galopando...



Voy galopando a lomos de mi locura

Detrás de tus pensamientos.

 Me bebo los mares

En busca de tus sentimientos.

 Me paso las noches escribiendo

Solo con tu recuerdo.

¡No puedo tocarte…no puedo tenerte!

¡Estás tan lejos…tan lejos!

Sólo el pensamiento nos une

Mi Cielo…. mi Cielo.

 

Encarna Recio Blanco.





sábado, 1 de junio de 2013

No voy a parar...



No voy a parar de parir versos

Aunque terminen por ahí desperdigados

Ni acallar a mi garganta que grita

Sin que nadie perciba mi lucha, por lo que amo.

Voy con una copa de más en mis labios

Del más dulce veneno

Que me hace ir de esquina en esquina

Sin el equilibrio en mis huesos.

No voy a parar hasta encontrarte

Aunque estés entre volcanes de fuego

Entre montañas heladas

En el Cielo o en el infierno.

 Te busco entre los surcos de mi alma

En los acantilados de mi impaciencia

En las noches entre brumas

En el sol, o en las estrellas.

 No voy a parar hasta que un soplo de vida

Me quede en el cuerpo.

Eres parte de mi vida

Y sin ti… nada quiero.

 

Encarna Recio Blanco.


  


jueves, 23 de mayo de 2013

Tan solo con pensarte...


 Tan sólo con pensarte ya te tengo

Miro al cielo y te veo

Relamo el viento que me trae

 Todos tus besos.

Ángeles malditos vinieron

Con la lanza y el fuego.

 A destruir el castillo encantado

De nuestros te quieros.

Pero lo que ellos no saben es,

Que con sólo pensarnos…

Nos tenemos.

  

Encarna Recio Blanco.





sábado, 11 de mayo de 2013

Me peleo con la noche.


Me peleo con la noche.

Ya no escribo sentada en el alba

Ni miro a la luna que llora

Porque ya no me dicta tus cartas

 Mis días se han encendido

Para ver si me divisas

Desde ese faro que media

Entre tu playa y la mía.

 Con la brisa me sublevo

No me trae ni tus misivas

Te cortaron las alas mi amor

Mensajero de mi alegría.


 Encarna Recio Blanco.



viernes, 14 de diciembre de 2007

Santa Madre…



Santa Madre…

Hoy te rezo, y porque soy pecadora, me encomiendo a Ti

Porque tengo llagado y herido, mi cuerpo y mi alma,

 Hoy siento que no habito en mí.

Pues sé, que mi vida está llena de incendios, pero Tú

Los apagas con tu Santa bondad, 

 Porque Eres la Reina de los desvalidos

Me acojo en tus manos para sentir Paz.

Porque al desahuciado concedes milagros.

Al que está sin vida haces renacer

Hoy te pido  encontrar mi alma y que en esta calma

Pueda florecer.

Yo sé que decides todos mis caminos

 Y cuando me pierdo, Tú vienes por mí,

 Escucha mi llanto, Madre de los vivos

 Y deja por un rato, que me acerque a Ti

Tú que estás sentada al lado del Padre

 Tú que siempre calmas cualquier aflicción.

 Aunque sabes, Madre que a veces me olvido

De ir a rezarte imploro el perdón. 

Los hilos del mundo se fueron tejiendo

 En medio de un océano, que me supo a sal,

 Igual que los necios muerden la manzana,

 También yo lo hice y lo hice mal.

 Perdona mis culpas y extiende tu mano

Y con esa fuerza, déjame girar.

Concede Madre a mi alma un milagro

Y pídele al Padre, que me deje andar.

Te ruego esta noche, que sé que me escuchas

Porque Eres Madre sabrás comprender

Te cedo mi alma si me lo devuelves

Te cedo mi vida…por estar con él.

 

Encarna Recio Blanco.