viernes, 21 de junio de 2019

Sobre las cosas que nos(Reflexiones)



Me gustaría reflexionar con las cosas que nos  pasan, con los miedos que tenemos o el porqué sentirnos seguros, con alguien que nos produce placer, y cuando tenemos seguro a alguien, dejamos de tener interés por él.

 A veces, entender simplemente es cuestión de querer, y en otros casos  sencillamente el problema está en no comprender, que hay cosas que pasan por que si, y que la única explicación es esa.

 A lo largo de mi vida, he buscado el resultado muchas veces, sin valorar la ecuación, a veces, he tenido ante mis ojos una solución rápida, y he querido encontrar otra menos certera, pero más difícil.

 No creo que el destino este marcado de antemano, a aunque reconozco, que hay  cuestiones en las cuales, el ser humano tiene poco que ver, pero en la mayoría de los casos, sufrimos por problemas que magnificamos, sin saber porqué, son granos de arena en un desierto de ideas, montañas de minúsculas vanidades que tenemos que vivir para afirmar, nuestra propia existencia.

 Quisiera que mi mundo fuera tan claro como los rayos que esta tarde surcan el cielo, que el universo se compusiera de personas sin doble intención y sin cambios de actuación en el último momento, que el amor fuera para siempre y no un arrebato de unos meses, unos días, pocos años a veces, que las palabras se quedaran en la tierra y fueran más pesadas que el aire.

 Me gustaría, que dos canciones, pudieran emocionar a una humanidad congregada, y que no hiciera falta más de una explicación, para llegar a un acuerdo.

Que no hubiera guerras, que no hubiera paro, que no hubiera hambre. Quisiera despertar sin ruidos, sin escaleras que subir, y sin infiernos que ver a lo largo de las pesadas horas del día.

Me gustaría paliar el dolor ajeno, y porque no, a veces también, un poco el mío.

  Quisiera encontrar bondad en los ojos de la gente, que se pudiera olvidar el dolor con el perdón, de aquellos, que lo causaron.

 El mundo en sus vueltas, va colocando cada ladrillo en su posición, algunos son fuertes y tardan en caer, y otros rompen la estructura, independientemente del lugar que ocupen.

 En la mayoría de los casos, el valor mismo de nuestra alma, depende de nosotros. Nosotros elegimos  caminos constantemente, sin imaginar cuan diferentes llegarían a ser nuestras vidas, si en lugar de una senda, hubiéramos adoptado por la de al lado, cuantas veces decimos; si yo hubiéramos hecho eso, no me hubiera pasado esto, pero eso, no es así.

 Al menos yo he tenido la suerte, de ser libre, de escoger siempre bajo el rigor de mis ideas, de no callar por imposición, y de saltarme más de una norma establecida, a la torera, que de vez en cuando, no vine mal.

 Mi vida será mejor o peor, quizás hubiera sido más feliz, por otros caminos, pero pocos pueden y podrán decir, que con sus más, y sus menos, fue lo que quisieron. Y si hay algo de lo que verdaderamente yo siento, y estoy muy orgullosa, es de haber sido yo, en todas las circunstancias de mi vida.

 

Encarna Recio Blanco





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