martes, 31 de octubre de 2017

Dicen las malas lenguas


Dicen las malas lenguas que estoy más loca  que una cabra,

Porque llevo la sonrisa puesta de la noche, a la mañana.

Porque cuando llueve voy sin paraguas,

Unas veces con zapatos, y otras, descalza.

 Porque paseo a mis perros a su libre albedrío,

Y me tomo tres tazas de café, cuando escribo.

Porque me pongo collares del mercadillo,

Y llevo un canasto de ilusión colgada en mis bolsillos.

Porque nunca me paro en los corrillos,

Donde las  mujerucas quitan las pieles, a sus vecinos.

Cuando las veo entrar en la iglesia a rezar el  rosario,

Me doy un golpe de pecho y me hago daño.

Porque tengo por amigos a un grupo de gitanillos,

Y juntos nos merendamos unos cuantos bocadillos.

 Porque doy sin esperar, nada a cambio vivo el presente.

Sin preocuparme  lo que dicen los demás o hacen.

Que estoy más loca que una cabra dicen las malas lenguas

Cuando me ven pasar tan limpia con mi conciencia.

 Porque odio la guerras y el hambre de muchos niños,

y me aterra la farsa y la mentira de los políticos.

 Porque me alejo de un mundo que quiere absorberme,

y me quedo conmigo que es quien me entiende.

¿Será que envidian mi locura?

¿O la carga de amor que llevo a cuestas?

¡Aunque la voy repartiendo! ¡Y nadie se entera!

 

Encarna Recio Blanco





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