sábado, 7 de octubre de 2017

Trato de atrapar-Cartas de amor-


 Trato de atrapar el tiempo con las manos, pero se me escapa, se me escapa inexorablemente entre los dedos de estas manos, que han visto ya tantos y tantos otoños. Que han presenciado las desgracias propias y ajenas, las manos con las que escribo, las que anhelan un descanso, las manos que te abrazaban, en esas noches en las que aún, pudimos atrapar nuestro sueño.

Cada edad tiene un pecado, y cada pecado un motivo, nunca podré olvidar aquellos tiempos de vino y de rosas, de amaneceres en los que te besaba, apasionadamente, recitándote a la vez, mi último verso, esos momentos que aún, llevo tatuados en la piel, y que me han pasado factura con estricta puntualidad, y muchos otros, que no olvidaré mientras viva.

Me costó nuestra historia más, que lo recibí de ella. Mi juventud, mis amigos, la parte noble de un ser humano que tiene fe, y no se rinde. Me costó aprender el dolor y la condena de estar sin ti, el no tener descanso, ni piedad, ni olvido, ni deseos, y de pronto, un día dejé de reconocerme ante el espejo, aunque mi cuerpo, siguiera siendo el mismo.

¿Cómo puede cambiar tanto el viento en el horizonte? ¿Cómo dejamos de desear lo que tanto hemos querido? ¿Cómo se puede vivir y no temblar? ¿Cómo se puede temblar y dejar de moverse?

¿Cómo puedes haberte quedado con el hielo, teniendo el fuego a tu lado?

 No responde el eco a mis preguntas, ni  me traen mensajes las palomas, el amanecer se vistió de luto, el día  que te fuiste…Sin volver la cabeza.

Encarna Recio Blanco


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